ུ۪۪♯Cap-1!

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—Primer día—

Un alfa con el pelo levemente maltratado de un color pelinegro pasa sus dedos entre los mechones de pelo posando frente al espejo sucio de la secundaria.

—Ya terminaste de lo que sea que estés haciendo?

—Uhh, si como sea solo vámonos.. "Amargado"

Se acomodo y suspiro, amaba verse bien pero su amigo se aburre que pase parte de el receso viéndose enfrente de un espejo acomodando cualquier imperfección, de todos modos aquellas grandes bolsas bajo sus ojos resaltan mas que nada y no ayuda con esa imagen, indignado se fue al salón pues acepta que ya es tarde y deberían estar en clase. Habían rumores de que había un nuevo, no era como si realmente le importara, pero vamos ¿a quien no le da curiosidad? Un nuevo en el salón después de años, el pelinegro se sentó al final del salón en una mesa manchada con correctores y lapiceros, bueno todas las mesas estaban así tampoco era algo anormal.

Cuando al fin entro el profesor al salón seguido a un chico castaño de piel pálida todos se quedaron callados incluyendo al pelinegro.

—Buen día! Mi nombre es Diego.. Pero por favor díganme Aquino.
El chico hablo enfrente de todo el salón bastante apenado de siquiera decir una palabra, apurado miro donde sentarse para su suerte el pelinegro levantó su mano y le ofreció sentarse junto a el.

—Hola Aquino! Mi nombre es Duxo, un gusto.

—Aquino: Igualmente.

Sacaron sus apuntes y comenzaron las clases.

-𝘙𝘦𝘤𝘦𝘴𝘰.

Un lonche con un sándwich de jamón ya hacia en las manos del chico castaño que estaba sentado en una mesa completamente solo con múltiples miradas de los que pasaban y otros que los miraban a lo lejos incluyendo al azabache que no estaba decidido en hablarle pero su amigo lo empujó para que fuese, no quería pasar otro receso en el baño, estaba escribiendo en un cuadernillo y el pelinegro se acercó silenciosamente por su espalda para mirar la libreta que estaba lleno de garabatos y lo que parecía poesía o sentimientos atrapados en un simple papel. Sin decir nada se sentó a su lado y agarro un pequeño cigarro y lo encendió.

—Duxo: ¿Qué haces?

El castaño estaba tan concentrado en lo que escriba que no se dio cuenta de el pelinegro cosa que hizo que se asuste y le tire la libreta en la cara.

Bufo y agarro la libreta leyendo lo que había en ella.

—Duxo: ¿Una carta? ¿Puedo saber para quien es?

—Aquino: No, Y apaga ese cigarro, apesta.
La idea no pareció ser de su agrado pero apago el cigarro y el castaño arrebato la libreta de sus manos antes que pudiera ver siquiera un poco mas de lo que decía, ahora cree que no esta dando una buena imagen.

—Duxo: Perdona si te estoy molestando.

El castaño tiro un suspiro, estaba siendo muy grosero.

—Aquino: No molestas, solo estoy estresado, perdona.

Miro el papel con desprecio y la corto para luego tirarla por ahí, luego miro al contrario y le sonrió levemente.

—Aquino: Disculpa ¿Cómo te llamabas?

—Duxo: ¿Tan olvidadizo eres? Me llamo Duxo.

𝗖𝗮𝗿𝘁𝗮𝘀!𝖣𝗎𝗑𝗂𝗇𝗈Donde viven las historias. Descúbrelo ahora