Capitulo Nueve

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JUNGKOOK

Mi humor es una mierda al día siguiente. Incluso con Seokjin aquí, no puedo sacudir el dolor que siento por lo que hizo Will. Dejo a Seokjin en mi casa mientras me reúno con el psiquiatra del hospital para ser evaluado. Por suerte, me declara apto para volver al trabajo. Es un alivio porque realmente extraño estar en el hospital. Luego voy a hablar con el jefe Nobles. Me pone en el programa para volver a empezar el lunes, lo que me da el resto de hoy y todo mañana para pasar con Seokjin. Luego es volver a las largas horas en el hospital, estar de guardia cuando no estoy en el hospital, y no tener tiempo suficiente para mucho más.

Entro en mi apartamento después de regresar de mis reuniones en el hospital para encontrar a Seokjin en el sofá en ropa interior. Su laptop sentada sobre sus muslos, mientras habla por su celular, el cual está metido contra su oreja por su hombro para que pueda teclear. Cuando me ve, me da un beso sin perder el ritmo en su conversación.

La esquina de mi boca se levanta. La primera sonrisa del día. Asumiendo que está trabajando, voy a la cocina a buscar algo de comer. Termino haciendo un panecillo con queso crema. Realmente es todo lo que hay para comer; necesito desesperadamente ir a comprar comida. Me paro en el mostrador de la isla y como mientras veo a Seokjin hablar animadamente con quienquiera que esté al teléfono. Se ríe un par de veces y no puedo evitar sonreír porque me encanta cómo suena.

—De acuerdo, hablamos luego. Adiós —dice Seokjin y cuelga el teléfono.

Escribe en su computadora portátil por un segundo antes de cerrarla y ponerla sobre la mesa de café. Luego salta del sofá y se acerca a mí. Lo miro embelesado, amando la forma en que sus músculos se mueven bajo su piel lisa y bronceada. El rastro de cabello color caramelo que comienza justo debajo del ombligo y desaparece bajo la cintura de sus calzoncillos azules está haciendo que se me haga agua la boca. Su pelo rubio es un desastre y su mandíbula está ensombrecida por la barba. No me jodas, es muy sexy. Muevo mi polla dura en mis vaqueros, no voy a armar una tienda de campaña.

Se detiene a mi lado y se gira para apoyarse en el mostrador. —Hola, ¿cómo ha ido todo?

Me trago la comida. —Bien. Volver a trabajar el lunes.

Seokjin sonríe alegremente. —Eso es genial.

Asiento con la cabeza. —Sí, estoy feliz por ello.

—Yo también estaba trabajando un poco. Una cosa buena de ser agente inmobiliario es que puedo hacer muchas cosas por teléfono y en la computadora.

Asiento con la cabeza otra vez. —Mmm hmm —tarareo, incapaz de quitarle los ojos de encima. Mi mente sigue jugando con todo tipo de escenarios traviesos protagonizados por el hombre que está a mi lado.

Una sonrisa burlona riza sus labios. —Estaba a punto de meterme en la ducha. ¿Te importaría unirte a mí?

—A la mierda la ducha —gruño, incapaz de esperar un minuto más para tenerlo.

Empujo mi plato a un lado, le quito los calzoncillos y luego lo levanto sobre el mostrador.

—¡Hola! —exclama Seokjin—. ¡Maldición, el mostrador está frío!

Empujo su hombro, haciendo que se apoye en sus manos antes de inclinarme para tomar su polla semidura en mi boca. Seokjin jadea, mientras una de sus manos cae sobre mi cabeza. Gimo alrededor de la polla que crece en mi boca, haciendo que Seokjin suelte un quejido. Cuando está completamente duro, empiezo a burlarme un poco de él. Golpeo mi lengua sobre la cabeza, lamo la parte inferior de su polla y le chupo las pelotas. Puedo decir cuando empieza a frustrarse porque empieza a retorcerse y a gruñir, tratando de dirigir su polla hacia mi boca.

Salvando una vida #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora