Capitulo Once

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JUNGKOOK

Durante las siguientes semanas, Seokjin y yo encontramos nuestro ritmo. Traté de llegar a casa tanto como me fue posible entre turnos, pero aun así pasé algunas noches en el hospital. En mis días libres, vamos al gimnasio y hacemos cualquier otra tarea que deba ser hecha, y luego salimos a cenar, al cine o a un club a bailar.

Seokjin es increíble. Es tan comprensivo y compasivo cuando se trata de mi horario de trabajo. Ni una sola vez me ha hecho pasar un mal rato, aunque a veces me preocupa que sea demasiado para él. Constantemente me asegura que nunca va a ser demasiado para él, y que nunca se rendirá con nosotros. Ni siquiera cuando soy un gilipollas gruñón después de un largo y agotador turno.

También he llegado a la conclusión de que estoy total y completamente enamorado de Seokjin. La clase de amor para siempre. El tipo de amor que quiero casarme contigo. Es sólo que aún no he tenido las bolas para decírselo. Sin embargo, lo haré cuando sea el momento adecuado. Tiene que saber cómo me siento por la forma en que actúo hacia él. Siento que se me escapa por los poros cada vez que está cerca de mí.

Esta noche es mi noche libre y decidimos pedir comida y ver una película en la tele en lugar de salir. Pedimos pizza y papas fritas. Seokjin pone dos rebanadas para cada uno en platos de papel, luego vierte las papas fritas en otro plato para que podamos compartirlas.

—Así que, solicité mi licencia de agente de bienes raíces para Pittsburgh —dice Seokjin tentativamente.

Mis ojos se alzan para encontrarse con los suyos al otro lado de la mesa. —¿Lo hiciste? —jadeo.

¡Santa mierda! ¡Esto es enorme! Esto significa que él está planeando quedarse aquí... conmigo.

Seokjin asiente, sus ojos buscando los míos. —Sí. ¿Está bien?

Me estremezco por un segundo, mi excitación y mi nerviosismo sacando lo mejor de mí. —¡Sí! ¡Por supuesto que está bien!

El cuerpo de Seokjin se hunde mientras se relaja. Ni siquiera me di cuenta de lo tenso que estaba hasta que el hizo eso. —Bien.

—Esto está sucediendo realmente —susurro, mis ojos nunca abandonan los suyos—. Vamos a estar viviendo oficialmente juntos.

La cálida sonrisa de Seokjin hace cosas locas en mi interior. —No puedo esperar. Voy a tener que volver a Jersey por un tiempo para cerrar mi negocio y vender el edificio y mi casa, además de empacar mis cosas y enviarlas aquí.

—Maldición, ojalá pudiera ayudarte, pero sería demasiado difícil para mí escaparme. —Arrugo la frente.

—Lo sé. No te preocupes por eso. Puedo manejarlo.

—¿Cuándo estás planeando ir?

—Todavía tengo que reservar un vuelo, pero creo que lo intentaré la próxima semana. —Luego regresaré con mi coche cuando termine ahí.

—Vale. Eso suena como una buena idea.

—¿Estás seguro de que esto es lo que quieres? —pregunta Seokjin, la incertidumbre coloreando su tono—. Sé que has sido un poco desconfiado de que nosotros funcionemos, pero...

Lo corto extendiéndome, agarrando su camisa y tirando de él para un beso tierno, sincero. —Sí estoy seguro. Te quiero aquí conmigo de forma permanente.

Seokjin se levanta de su silla y se sube a mi regazo antes de atacar mi boca. La pizza se olvida cuando le muestro a Seokjin lo mucho que lo quiero en mi vida.

SEOKJIN

Ni siquiera me molesto en hacer la maleta porque todavía tengo ropa en mi casa. Me despedí de Jungkook esta mañana antes de que se fuera al trabajo y le dije que le enviaría un mensaje de texto cuando llegara a Jersey. Agarro mi billetera, teléfono y llaves, y luego me voy. Me detengo en la pequeña cafetería a la vuelta de la esquina para desayunar algo antes de ir al aeropuerto porque allí los precios de los alimentos son ridículos.

Salvando una vida #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora