Quién diría que Park Yunhye terminaría perdidamente enamorada del agradable vecino de enfrente, ella misma se había prometido nunca sentir esas cosas llamadas mariposas en el estómago que provocaba aquél sentimiento llamado "amor". Comenzaba a fasti...
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Jeon Haejung planeó quejarse hasta la tarde de ese día, era por eso que madre e hijo ahora se encontraban visitando una tienda de víveres por petición de la mujer, pues quería ayudarle a Jungkook mientras podía. Por esa misma razón ella se encargó de hacerle saber a su hijo como debía diferenciar las mejores verduras y frutas acorde a sus preferencias.
Algunos dirán que debió ser algo aburrido, pero para ellos no fue así, lo único que los dos querían era pasar algo de tiempo juntos. Antes, cuando vivían en las misma casa y bajo las reglas del señor Jeon, no podían hacer este tipo de salidas pues el hombre siempre decía que no hacían falta esas salidas "inútiles" en familia solo para comprar algunas cosas que seguramente solo terminaran comprando cosas innecesarias. Conocía a la perfección ese aspecto de su familia y prefería ahorrarse todo eso enviando a otras personas y pagarles por su servicio a un precio no muy alto con tal de ganar algo.
No era un secreto para nadie que Jeon Jongwoo era alguien avaro, codicioso y perfeccionista.
El hombre perfecto para ser temido para aquellas personas que no lo conocieras, pero lamentablemente aquí no tenía nada de valor la frase "no juzgues a un libro por su portada", pues este hombre era todo lo que decían sobre el en internet. Un hombre de negocios con mucho dinero, tan frío como el hielo y con un temperamento bastante fuerte.
En el tiempo que Jungkook era solo un niño veía a su padre como alguien genial y solo repetía que quería ser como él, algo que muy en el fondo provocaba algo de orgullo en él, pero cuando creció ese pensamiento junto con el pequeño Jeon cambió. Ya no era pequeño para nada, tenía sus propias opiniones acerca de algunas situaciones y por eso casi siempre los dos Jeon terminaron discutiendo al compartir diferentes ideas acerca de algo.
El señor Jeon sin duda alguna no fue la persona más feliz al enterarse que su hijo no quería herederar el lugar donde tanto tiempo empeñó su tiempo y en lugar de eso quería jugarle al famoso. A los quince años Jungkook le compartió su idea diciéndole que quería ser un cantante como los que salían en la televisión, y que así podría ganar mucho dinero mientras hiciera lo que le gusta. Pero fue obvia la respuesta del hombre, un rotundo no que antes de decirlo Jungkook se lo vio venir.
