Una brillante sonrisa se formó en el rostro de Ryan al despertar, y darse cuenta, de como se encontraban dormidos, su esposa y él.
Hope lo abrazaba firmemente. En otras circunstancias se habría quejado y alejado. Nunca fue de abrazos, pero ahora no quería hacerlo, no cuando se sentía tan cómodo, con Hope a su alrededor y es que Hope no era la única que lo abrazaba. Él también lo hacía y para su sorpresa disfrutaba hacerlo.
Se sentía como si sus cuerpos fueran magnéticos. No importa cuánto lo quisieran negar, se atraían de una manera especial.
La observó dormir un largo tiempo, Hope era tan hermosa dormida como despierta, que casi parecía irreal, de lo perfecta que era. Sus labios, eran tan rosados y suaves, que parecían un par de algodones, cuando los besaba. Sus ojos, tan azules, como el mismo mar, pero increíblemente peculiares porque el azul, cambiaba con su estado de ánimo. A veces azúl intenso, otras azul grisáceo, algunas más el tono más triste de los azules.
Su sonrisa, ese era otro nivel de perfección. Hope tenía la sonrisa más tierna y hermosa que jamás haya visto antes. No había tenido tiempo de verla con la frecuencia que le gustaría, pero cuando lo hacía era imposible pasarlo por alto.
Además de todo era tan sexi, lo dejaba sin aliento incluso sin proponérselo. Cada curva de su cuerpo era perfecta, tenía las medidas perfectas y es que simplemente Hope era perfecta.
Pero Ryan también sabía que había algo que la atormentaba, algo que le entristecía la mirada, y la hacia sufrir.
Ahora entendía un poco mejor porque Elijah le pidió encarecidamente cuidarla. Hope lo necesitaba, al menos por ahora lo hacía. Esperaba algún día poder preguntarle que era eso que la ponía tan mal.
Esperaba poder ganar su confianza, y entonces conocerla mejor. Hope era difícil de entender, un día decía que lo odiaba y al siguiente no se apartaba de él, lo segundo no le molestaba en lo absoluto. Pero lo primero si, ponerse a la defensiva, por todo y por nada. Era extrañó. Era tan complicada como hermosa, y eso lo enloquecía, tanto como lo enardecía.
Cuando Hope comenzó a despertar, estaba un poco aturdida. No recordaba haber vuelto a la cama, por su cuenta. No recordaba mucho más en realidad. Una oleada de calma y después nada.
Calma que aún continuaba rodeándola, se sentía tan cómoda. No sabía si tenían mucho en esa posición, pero no le molestaba estarlo un poco más. Le gustará admitirlo o no. Con Ryan se sentía más que solo cómoda, tenía curiosidad por saber la razón.
Pocas veces o mejor dicho, nunca encontraba la paz que anhelaba, no importa cuánto se esforzará simplemente no lo conseguía. Pero obtenerla con Ryan era tan fácil, como besarlo o simplemente estar así. Entre sus brazos.
¿Que tenía Ryan de especial?; Hope no lo sabía. Si era guapo, y a veces encantador, además de sexi. Sabía hacerla tocar el cielo sin mucho esfuerzo, y sus labios esos la hacían perder el control apenas los besaba, ni que decir de sus encantadores ojos, si no fuera por esa mirada de cachorro que la desarmo, talvez no habría caído en sus encantos la primera vez y las siguientes después de esa.
Pero ahí estaba. Abrazándolo, y él a ella. Era la primera vez que despertaban así, sin motivos. No habían tenido sexo, ni tampoco tuvo una pesadilla. No había excusas, ni pretextos. ¿Razones? No había ¿Oh sí?
Hope elevó la miraba, Notando cómo Ryan la mirada de una forma que no supo descifrar.
Sonrió ampliamente, en respuesta.
Ese gesto dejo sin aliento a Ryan, no solo acababa de sonreírle, también lo veía con los ojos más brillantes que le había visto. Cómo si estuviera feliz por verlo.
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Todo lo que se puede perder también puede ser encontrado
Fiksi PenggemarLos polos opuestos se atraen pero cuando el hilo del destino los une la conexión se hace más fuerte Ambientada en un mundo totalmente humano.