Estuvieron sentados, en silencio, por mucho tiempo. Gulf, en el rincón; Mew, en el borde del primer escalón.
En su mente, Gulf se había acercado a él. Le había asegurado que su hermanita iba a estar bien y que lo ayudaría en todo.
Luego, lo había abrazado, muy lento al principio, porque incluso en la imaginación, Gulf tenía miedo. Y al ver que su cercanía era bien recibida, empezaba a creer que aquella noche, la Luna Rosa, haría su magia...
Gulf volvió por décima vez de su mundo imaginario y miró a Mew. Éste parecía estar, también, con su mente muy lejos de allí.
Gulf aún no lograba olvidar aquella sonrisa, aquella mirada que Mew le había obsequiado varios minutos atrás. Temió que luego se arrepintiera si no intentaba algún tipo de acercamiento.
Gulf era muy tímido hasta para aceptar en su mente que lo que realmente deseaba era un acercamiento romántico pero se conformaba con una amistad.
Su vida sería muy distinta si tuviera un amigo. Un amigo que le sonriera y lo mirara como Mew acababa de hacerlo...
Respiró hondo, pensando en hablar sobre la Luna Rosa, tomó coraje y señaló hacia la pequeña ventana rectangular, cerca del techo.
Estaba muy nervioso, así que se aclaró la garganta. Pero antes de que pudiera decir algo, Mew miró hacia donde el otro señalaba y exclamó:– ¡¿Qué sucede?! ¿Te está dando otro ataque otra vez?
Gulf sorprendido, trató de hablar pero las palabras no le salieron.
– ¡Ya sé! ¡No puedes respirar! Es que este sitio está muy cerrado. No entra el aire. Tranquilo, yo lo arreglo...
Y ante la mirada desorbitada de Gulf, Mew tomó unas cuantas pelotas de golf de unas cajas y comenzó a lanzarlas hacia la ventana, haciéndola añicos. El cristal ahora roto se esparció por todos lados, dejando a ambos cubiertos por una lluvia de afilados trocitos de vidrios. La mayor parte cayó sobre un muy sorprendido Gulf.
– ¡Lo has hecho...a propósito!– exclamó Gulf viendo a Mew acercarse.
– ¡Te juro que no! ¡Mira! Yo también tengo vidrios por todos lados. Al menos ahora puedes respirar mejor. Tú me los quitas a mí y yo, a ti...
Y ante un Gulf desconcertado que intentó apartar la vista, sin lograrlo - sus ojos parecían estar poseídos- Mew se quitó la camisa y se paró a sólo unos centímetros de él.
Gulf pensó entonces que aquello de tenerlo a Mew como amigo no parecía ahora una idea tan buena...
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LUNA ROSA
RomanceMewGulf fanfic Gulf es gay y todo el Instituto se burla de él. Mew odia a todos los gays y en especial a Gulf. Pero una noche de Luna Rosa, las vidas de ambos cambiarán para siempre. Diseño de portada @Crystalmoon522 -Ganadora de mención "puesto es...