Capítulo 2

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—¡Hey, Jeongyeon-ah!

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—¡Hey, Jeongyeon-ah!

No es hasta que siento una pequeña mano zarandear mi hombro que logro quitar la mirada de la espalda de esa omega.

Su dulce olor a manzana acaramelada sigue en mi olfato, nítido.

Al ver que terminaba de alejarse, siento a mi loba entristecerse y solo acostarse para dormir.

Cómo siempre.

¿En serio iba a ser así?

Quiero pensar que es una excusa y no piensa verse con alguien. Espero que sea solo una excusa.

Siento el zarandeo hacerse con más brusquedad y finalmente veo a la causante de esta.

Momo frunce el ceño y mira por encima de mi hombro, seguramente a Nayeon yéndose a paso acelerado.

Ahora que mi loba volvió a recostarse para evitar estar triste, ya no me cuesta decir su nombre.

—¿Ya ligando con omegas? ¡Te dije que era buena idea! —ríe y golpea mi hombro. Sonrío por lo bajo ante la broma y niego con la cabeza.

—No, no. Solo... Fue raro. —fue todo lo que logré decir. No me apetecía contar lo que acababa de pasar.

Conseguí a mi alma destinada.

Y ella acababa de huir.

¿De verdad fue buena idea hacer caso y dejar de usar neutralizadores para mi aroma?

Si, por más que quiera negarlo, si. Fue agradable sentir a mi loba viva y eufórica.

Pero ahora me sentía increíblemente decaída al sentir ese aroma dulce alejarse. No pude acercarme lo suficiente y tocar su rostro para saber si era real. Para saber si lo que pasaba era real y no era otro de esos sueños donde sentía que conectaba con mi loba interior.

Fue raro cuando sentí que solo debía quedarme aquí parada y sentir una sensación de que algo se acercaba. Fue mucho más raro conseguir a una omega a punto de desmayarse.

Fue mucho más raro sentir a mi loba viva y eufórica ante esa presencia, sentir como soltaba mis feromonas sobre ella y finalmente llamarla como mi omega.

Jamás me había sentido tan viva hasta el momento en que tomé la cintura de esa omega.

Quería pensar más, quería resolver mis propias dudas, distraerme en ello para ignorar la fea sensación en mi pecho.

Pero Momo da una pequeña palmada a mi mejilla y me sonríe.

—Eres muy atractiva y tu aroma es agradable, seguramente esa omega quería coquetear contigo. —dijo con aire orgulloso.

Me encojo de hombros.

En realidad parecía querer huir de mi.

Es la primera vez que me dejo ver como una alfa pura hecha y derecha. Con mi fuerte y dulzón aroma que suele irritar a otros alfas alrededor. Suelo usar distintos modos de disminuir mi olor y mis instintos, no me gusta mostrarme de aquel modo frente a todo el mundo, mucho menos causar revuelto entre omegas como pasaba en mi anterior preparatoria.

Coffee & ChocolateDonde viven las historias. Descúbrelo ahora