Hoy he estado muy inquieta. ¿Por qué? No lo sé. Mi loba ha estado preocupada e inquieta desde que me levanté.
Y, por supuesto, solo está así cuando se trata de su omega.
El día en el instituto pasa lento, increíblemente lento. No veo a Nayeon por ningún lado, lo cual hace que se me pegue la preocupación de mi loba. La última vez que la vi se encontraba mal mayormente por mi culpa. Pero necesito verla y saber que ya está bien.
He tratado de calmarme todo el día, pero mi loba no ha dejado de estar con las orejas bien puestas y alerta. ¿Algo le pasará a Nayeon?
Juego con mis dedos con nerviosismo, sin saber qué hacer, ¿Le pregunto a Jennie como está? ¿Voy directamente a su casa?
Mi loba solo quiere correr tras ella ya mismo, pero debo sentar un poco de cabeza ya.
A la hora de la salida, solo puedo buscar entre la multitud a una omega con característicos ojos gatunos. No tardo mucho en ubicarla, está hablando con las dos chicas que también fueron a casa de Nayeon en su cumpleaños.
—Eh... ¿Jennie? ¿Puedo hablar contigo un momento? —cuestiono y eso llama su atención.
Me da una sonrisa. —Oh, Jeongyeon, ¿Que pasó?
Siento algo de calor en mis mejillas, me siento algo avergonzada, pero realmente quiero saber sobre Nayeon.
—¿Sabes por qué Nayeon no vino hoy?
Ella abre los ojos, parece que no se esperaba esa pregunta.
—¿No lo sabes? —me cuestiona desconcertada y frunzo el ceño.
¿Debería saberlo?
—Oh —ella mira a los lados, parece pensar algo—. Nosotras tampoco sabemos —dice, pero algo en su tono no me convence—. ¿Por qué no le haces una visita rápida? A la señora Seah le caiste bien.
—Y-Yo... No creo que haga eso. Es de mala educación solo ir sin siquiera avisar.
—¡Es por una buena causa! Puedes solo decir que estabas preocupada por ella, creeme que a la señora Seah eso jamás le va a molestar. —ella insiste.
—No creo que lo haga, pero igual gracias, Jennie. —me despido. Ella pucherea pero parece aceptar mi decisión.
Sin embargo, caminando hacia la práctica, me detengo abruptamente. Las llaves está vez las tiene la entrenadora, así que no tengo por qué llegar temprano.
Solo me tomará unos quince minutos extra pasar y preguntar por Nay...
Sin darme cuenta, mis pies ya me mantienen encaminada hacia la casa de Nayeon. Mi loba sintiéndose cada vez más inquieta con cada paso que doy. Mi alfa está casi rogándome que vaya corriendo, casi como si hubiese algo llamándola. Llamándome...
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Coffee & Chocolate
Hayran KurguNayeon odia a los alfas puros. Para ella todos son unos idiotas esclavos de sus impulsos. Sus olores la marean, sus actitudes la irritan. Realmente no es capaz de estar cerca de ellos mucho tiempo. Las almas predestinadas son solo un mito. Pero Naye...