(...)
—¿Ósea que te abandonaron? —, carcajeó fuertemente. —No te lo puedo creer.
Lo miré sin expresión, fue una mala idea contarle, era un hecho de que no iba a soltar esta noticia.
—Extraña desconocida, te venero dónde quiera que te encuentres—, volvió a burlarse. —Lo siento hermano, se me hace increíble que te haya pasado esto.
—Me siento como en los trends dónde después de hacerlo se ponen a jugar FIFA.
—Siempre hay una primera vez para todo, prácticamente te usó ¿Has escuchado la frase, le acomodaste la matriz? Bueno estoy seguro de qué a ti te acomodó la próstata y luego te abandono—, lo volví a mirar mal y él no dejaba de reír a carcajadas.
—Calla brócoli.
—Con mi cabello no te metas hermano, invierto tanto en el, cómo para que le digas verdura tan despectivamente.
—Ya no sé qué pensar—, me estiré.
—Pues piensa en alejar tu mal humor de mi fabuloso cabello.
—Ni siquiera me dijo su nombre—, miré a la nada.
—Por cómo sea que me lo digas, realmente no puedo creerlo todavía ¿Te acostaste con una chica y no te dijo su nombre? Se te escapó, no es muy tú que digamos—, empezó a cantar una canción cambiando la letra. —Abandonaron, abandonaron a un inocente, bueno ni tan inocente.
—Oye Aarón ¿no se supone que deberías subirme el ánimo?
—Si quieres que sea tu terapeuta págame ¿Yo qué? Yo no tengo la culpa, ya bastante tuve con cubrirte.
—Eso fue hace años.
—Sí claro, humildemente humíllame, ahora pagas habitaciones y a mí no me diste ni un peso por mi casa.
—Deja de quejarte.
—Por cierto ¿a dónde fueron?
—Al Hill State.
—Nah, no te creo—, tomó un libro y se abalanzó al mueble. —Jamás pagarías tanto por una chica, hermano, sexo consigues en cualquier lugar, así que no vale la pena invertir tanto, dime enserio a donde fuiste.
—Hill State, no estoy mintiendo.
Cerró el libro de portazo, se levantó para quedar sentado, —¿Qué rayos te pasa? ¿Qué tiene tanto de especial, cómo para que te haya dejado en ese estado y para que pagarás una habitación costosa?
—Quiero volver a verla.
—Lo veo muy complicado, no te dejo, ni le dejaste tu número de celular, mejor olvídate de esa chica, si así sucedió es porque está claro que ella no planeaba volver a verte.
—Tendré que buscarla—, caminé sin rumbo por la sala.
—Lo veo muy complicado.
—Sí, la voy a buscar y tú me vas a ayudar.
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Déjame amarte
Teen FictionElla era una adicta al estudio y a la máxima concentración, él no era de relaciones sentimentales, ambos son misterios andantes, una noche que hace que ambos salgan de la rutina era lo que faltaba para darle color y diversión a su vida. Lo que bien...