Capítulo 17

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Habían pasado los días con ciertos cortejos de parte del pelinegro, que insistía en hacer sonreír a Jimin

Habían estado practicando en la cocina, y con practicar me refiero a que Jungkook trataba de enseñarle a hacer algunas cosas simples.

- Corta bien fino eso... - Dándole una cebolla al pequeño pelirrosa

Obedeció y comenzó a cortar, Jungkook miró de reojo la forma en que lo hacía hasta tener que sonreír con cierta diversión por escuchar al menor sorber su naricita

- Que débil eres

Jimin le dio un golpe en el hombro mirandolo molesto, a lo que Jungkook sonrió divertido y lo levantó en peso sentándolo en la meseta, quedando entre sus piernas

- Cuanta agresividad pequeño Park... - Cerca de sus labios en un susurro mirándole, no como amenaza o molestia sino creando un ambiente de tensión sexual

- J-Jungkook-ah... Q-qué haces - Nervioso

- Amo cuando me dices así... Es tan lindo... Eres tan lindo... - Sin alejarse ni un poco

Solo sonrió separándose finalmente dejando al menor respirar y volviendo a cocinar

- Pon a cocinar eso, ven aquí, te enseñaré a hacerle la salsa

Se colocó detrás de Jimin, sosteniendo la mano del menor que sujetaba la sarten, haciendo que el corazoncito de Jimin se acelerara y sus mejillas se sonrojaran.

Estuvieron cocinando un rato, bajo cierto ambiente romántico. Al terminar de preparar la cena, ninguno tuvo hambre de tanto picar por aquí y por allá

- ¿Quieres que demos un paseo por el bosque? El otro día cuando cazaba para practicar mi puntería y de paso ganar dinero, pues encontré un pequeño río realmente lindo, ¿Quieres que vayamos? - Propuso el pelinegro

- Mmm... Por qué no entrenas, me gustaría... Verte... Entrenar sin armas... - Dijo con cierta timidez

- Mmm...

Jungkook preparó algo que le sirviera como saco de boxeo, usó un mueble viejo para ello, puso cintas al rededor de sus manos para no lastimarse demasiado, y comenzó a entrenar sus golpes con fuerza y rapidez, ante la atenta mirada de Jimin. ¿Acaso ese hombre era malo en algo? Al parecer no.

Estuvo practicando, como si fuera por su vida, olvidando casi del todo del porqué había comenzado, solo golpeándolo con fuerza y sin descanso el pobre mueble parado junto a una pared. Jimin le observaba sentado sobre la mesa. Estaban en el salón. Jimin tenia sus manos apoyadas entre sus piernas. Viendo detalladamente como el cuerpo del mayor se cubría por una fina capa de sudor, que en su rostro se hacía más visible extrañamente.

A los ojos de Jimin se veía singularmente sexy. Su mente comenzó a volar a otra parte, y al ver que el pelinegro se detuvo un momento para respirar y tomar algo de agua no pudo evitar mirarlo sin cortarse nada

- Jungkook... - Para llamar la atención del mencionado. Que estaba tomando agua a un metro aproximadamente

El pelinegro se acercó con el pomo en la mano terminando de tomar el agua hasta quedar frente a Jimin con curiosidad y confusión. Pero más confuso se quedó cuando sintió al pequeño e inocente niño tomarlo por la nuca y atraerlo a un apasionado beso donde demostró todo lo que había estado pensando en ese tiempo que llevaba mirándolo de arriba a abajo.

Jungkook a pesar de su asombro y confusión no dudó en corresponder gustoso, transmitiendo también su deseo por el menor mediante ese juego de lenguas y mordidas de labios.

Las manos ansiosas de Jimin subieron del todo hasta sujetar el cabello pelinegro y sus codos quedar sobre los hombros del mayor, intensificando el beso a su máximo nivel. Jungkook levantó el cuerpo de Jimin pegándolo al suyo y sacándolo de su asiento en la mesa para pegarlo a la pared de cierta forma brusca y necesitada sin apartarse de sus labios ni en sus pensamientos

Confía y MuereDonde viven las historias. Descúbrelo ahora