Mi camino eres tu

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Hola me tarde un poco en la continuación de esta historia pero aquí estoy, espero les guste, perdonen mi falta de ortografía de verdad trato de mejorar ya saben acepto críticas, comentarios todo sea para mejorar sin más aquí les dejo espero les guste.

Las tardes de Konoha eran pacificas y placenteras con un frío que aún se sentía y calaba hasta el hueso, aún así la gente se animaba a salir a caminar, pasear, a pasarla con los amigos sin duda eso era lo que se respiraba desde que la guerra había terminado, paz y tranquilidad eso era lo que todos los ninjas del mundo Shinobi buscaban y querían pues su vida era la que se arriesgaba en la batalla y ahora que por fin lo tenían no lo perderían, muchos habían muerto por esa paz, en la que ahora vivían todos, aquellos caídos siempre se le recordaría hasta el final de los tiempos dando gracias a su sacrificio tanto muertos como vivos, todos habían luchado con heroísmo y valentía y gracias al esfuerzo de todos tenían el mundo que siempre soñaron. Por las calles de la aldea una joven mujer de cabello rosa y un hombre alto de cabello plateado, al parecer la conversación tenía a este último algo nervioso, el no quitaba la vista de enfrente ella por otro lado reía y lo miraba feliz, ella iba del brazo del hombre.

-kakashi, toda vía estás nervioso?...vamos solo son mis padres después de ellos no tendrás que rendirle cuentas a nadie, creo que ya pasaste lo peor, ellos son inofensivos ellos te adorarán ya veras- Sakura había quedado de cenar con sus padres esa tarde, les había dicho que tenía algo importante que decirles y además alguien más los acompañaría en la cena, ella ya no podía posponer más la noticia pues ya se había enviado la notificación a las naciones, era cuestión de tiempo que la noticia empezará a circular y sus padres debían enterarse por ellos dos, no por algún chisme Kakashi estaba de acuerdo con eso pero no quería decir que no estuviera nervioso.

-lo se...al menos por esa parte estoy feliz, de ellos no puedo esperar un ataque mortal vedad?-el hombre se lo decía suspirando-tranquilo, ya sabes yo estoy aquí contigo, hasta el final -
-pero me preocupa, y si no me aceptan por mi edad - Kakashi se miraba más pensativo que de costumbre
-hey, no pienses eso ya verás que ni siquiera lo mencionarán, estoy segura de que estarán encantados contigo...y si no bueno, no necesito de su permiso soy mayor de edad puedo hacer lo que yo quiera -
-eso no me consuela, no me gustaría que se molestarán contigo por mi culpa -
-todo va a estar bien...ya verás confía en mí instinto si-
Kakashi asintió con resignación está era la última parada y una vez más, volvía a rezar a la los dioses confiaba en que aún continuaba con su racha de buena suerte, parados frente a la puerta ambos se vieron una vez más ella apretó su brazo, para darle ánimo el una vez más asintió con la cabeza.
-vamos mujer-ella sonrió tocaron la puerta y no tardaron en abrir, era la madre de Sakura se sorprendió al ver al hombre al lado de su hija su mirada pasaba de uno al otro.
-mama, estás bien? Nos vas a invitar a pasar, o nos vas a observar desde la puerta?-
-oh...no porfavor Hokage Sama pase...pase disculpe jamás imaginé que usted sería el que nos acompañaría está noche-y mirando a Sakura algo molesta-
-porque no nos dijistes que era el Hokage quien nos visitaría, está noche niña-
-era sorpresa madre...te gusta?-
-por supuesto, vaya que pregunta es esa jovencita-
-y te va a encantar más cuando sepas a qué vino-sakura estaba feliz quitándose el calzado y el exceso de ropa, al igual que Kakashi, este último estaba más pálido de lo normal haciendo su acción aún mas tardada de la cuenta, aún no estaba preparado para seguirlos a la sala, Sakura lo noto y puso su mano sobre su espalda para aliviar un poco la tensión.
-tranquilo...vamos- Kakashi no dijo nada, solo la miro y asintió, jamás en su vida pensó verse intimidado, el el ninja que copia asustado, nervioso ni en sus peores pesadillas se vio asi y todo por una mujer, eso era lo más irónico pues mujeres nunca le faltaron y jamás rogó por una, era todo lo contrario ellas venían a el, pero está mujer era, no es especial todo esto valía pena y si tenía que pasar aún por más lo haría, jamás la perdería ya casi era suya, ya en la sala la madre de Sakura servía el te.