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"Oye, te gustaría cenar en mi casa hoy?"

~R.



Dio un suspiro de reproche al observar la hora en que había mandado el mensaje. Eran casi las cuatro de la tarde y Venezuela no se había dignado desde las siete de la mañana a contestarle un "si" o un "no".

No debería quejarse, el chico le había dejado bien claro lo que quería la noche en que se conocieron en esa parada de autobuses: "Soy alguien con muchos problemas y quiero mi espacio; no deseo otra cosa más allá del calor de tu cuerpo" y joder, Rusia siempre tuvo debilidad por los hombres exitosos, sobre todo si eran más jóvenes que él.

A medida que intercambiaban horas "en tu casa, en la mía o en un hotel" iba descubriendo cada vez más cosas sin querer. Como por ejemplo, a pesar de que sus shows estaban orientados a un público adulto, Venezuela había escrito un libro infantil donde sus marionetas se convertían en humanos y aprendían a convivir entre sí; ah pero adivina qué? Al final todo resulta ser una pesadilla de las marionetas, las cuales se aliviaron diciendo que: "ser niños era muy difícil".

Aún no entendía cómo los adultos se interesaban en un show de marionetas; tampoco entendía cómo a Venezuela le había parecido buena idea hacer un libro infantil de un show para adultos. Cuando hablaron al respecto, el venezolano le explicó que siempre había tenido un don para atraer a las personas.

Y vaya que sí lo tenía.

Rusia debió haberlo supuesto cuando lo vio cargando a un niño huérfano con todo el cariño del mundo. Pensó en lo bonito que se vería Venezuela llevando a sus hijos a casa y que ambos los mimaran, la idea lo emocionó mucho.

Poco a poco, se comenzó a dar cuenta de que realmente, le gustaba estar con él. Luego del sexo hablaban como si se conocieran de toda la vida y Venezuela bajaba sus defensas y se abría a él, respondiéndole preguntas que en otras ocasiones no le diría. Venezuela siempre le fue atractivo, por eso se lo follaba, quién no querría follarse a un chico atractivo? Rusia quería más que follárselo, quería ser suyo.

Pero cuando se lo sugirió, la pequeña bola de fantasías que Rusia se había creado se rompió con tanta facilidad que se sintió como un idiota. Venezuela no solo lo rechazó, sino que comenzó a evitarlo lo más que podía a menos que fuera para tener sexo.

Aquello molestaba a Rusia claro que sí, pero en vez de mandarlo a la mierda y conseguirse a una modelo tan solo se quedaba allí, intentando volver a reconstruir algo que jamás volvería a ser igual.

Entonces, dio un ligero respingo cuando vio la pantalla del celular encenderse con la notificación de un mensaje nuevo.



"En tu casa? No puedo. Pero si quieres venir a la mía está bien"

Vene♡

🎭🎩°El Titiritero°🎩🎭 ||RUSVENE||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora