Al escuchar esas palabras Reagan se quedó paralizada, su corazón latía a una frecuencia alta y no sabía en realidad qué de todas las cosas que había dicho la había puesto más nerviosa, si el hecho de que hubiera encontrado a Staedtler y que hubiese estado a punto de decirle la verdad o si el que estuviera exponiendo sus sentimientos de forma directa tan hacia ella.
-En serio lamento haber estado causandote tantos problemas estos días, sólo he querido ayudarte pero creo que sólo he hecho de esto un problema todavía más grande -. Decía Brett visiblemente abatido por los acontecimientos recientes.
-Brett, yo, realmente he querido decirte que, es lindo saber lo que sientes por mi, sólo me gustaría algo de tiempo para analizar todo bien en mi cabeza, no quiero precipitarme y arruinar las cosas, el tener tu amistad ya me hace sentir bastante afortunada así que, sólo quería que supieras eso... Ahora, ¿QUE HICISTE QUÉ? -. Decía mientras conectaba apropiadamente los sucesos en su cabeza-. Tú fuiste con Ron y... Se supone que sus recuerdos pueden verse afectados si alguien de su pasado estimula los acontecimientos y aunque no le hayas dicho de forma directa lo de nosotros, es posible que el pueda empezar a recordarlo de forma periódica, y yo... Tomé la decisión de dejarlo ir, necesitamos ir y volver a usar el láser en él, o podría haber realmente graves problemas.
-Si es así entonces creo que es mejor si nos apuramos en regresarlo a como estaba antes, incluso podría perder la efectividad si todos sus recuerdos regresan.
Reagan tomó la pistola neutralizadora y se dirigió hacia la salida, Brett la seguía detrás y a paso apresurado entraron al auto de Brett.
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Llegaron al lugar, en el camino hubo un silencio en el que se podía sentir el nerviosismo, la casa estaba justo en frente de ellos.
El plan era simple, pero complicado para ambos, ya que conocía a Brett y no habían tenido una buena dinámica con lo último que le había dicho, tendría que presentarse Reagan, ella calibraría antes la máquina para que Brett pudiera entrar en acción y pudiera borrar nuevamente sus recuerdos, ella tocaría a la puerta preguntando por algún mecánico cerca por su carro averiado y en el momento en el que Ron saliera entraría el hombre castaño en acción, para finalizar con el asunto.
Lo difícil era el simple hecho de tenerlo de nuevo, frente a frente, él tenía la ventaja de seguir sin recuerdos de ella, mientras que la peli-café recordaba cada momento vivido con él.
-Bien, estoy lista-. Decía mientras bajaba del auto y caminaba por el lindo césped recién cortado.
La casa perfecta, una vida tranquila, un paisaje hermoso, todo eso hacia que su estómago diera mil giros.
Se paró frente a la puerta mientras Brett se escondía detrás de uno de los marcos, empezó a tomar aire mientras agarraba la suficiente confianza como para poder llamar al dueño de la casa.
Al estar a punto de tocar a la puerta está se abrió de forma repentina.
-Te vi parada desde hace un rato y sé que probablemente ¿se te quedó el auto cierto?, Pasa todo el tiempo por aquí -. Los ojos del hombre escudriñaban hasta el interior de los de ella.
-S... si, ese estúpido auto me ha dejado más veces que mi padre en festivales escolares -. Decía la mujer tratando de amortiguar el ambiente extraño que se empezaba a sentir una vez que el hombre no dejó de mirarle.
-¿Te conozco... De algún lugar?
-NO, no, no lo creo no soy de por aquí, ¿crees, que puedas echarle un vistazo al cofre de mi auto?
-Claro, sólo déjame traer algunas cosas del cobertizo, si quieres espera aquí adentro mientras voy por ellas, decía dejándole pasar.
Este no era el plan pero si quería que saliera y Brett pudiese lanzarse por él tenía que hacerlo.
Reagan entró a la casa, sintiéndose visiblemente afectada.
Todo su hogar estaba igual a como lo había dejado, todas las veces que deseó haberlo visto una vez más se habían esfumado por las ganas de salir corriendo.
- ¿Quieres algo de beber?, luces un poco cansada, espero que puedas seguir el viaje, decía mientras sacaba de su refrigerador un jugo sabor melón.
Ese maldito sabor al que sabían sus labios al besarlo, era su favorito, nunca entendió por qué le encantaba probar ese jugo pero hay algunas cosas que no van a cambiar para él y esa es una de ellas.
- Gracias, pero prefiero sólo agua -. Decía mientras se sonrojaba levemente.
El hombre fue por un poco de agua, y tras entregársela se dirigió por las herramientas para poder seguir con su cometido, ayudar a la chica en apuros.
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Brett estaba nervioso, ¿Y si por decisión propia ella decidía decirle la verdad?, ¿Y si sólo la hubiese llevado prácticamente a los brazos del tipo que no era para ella y tendría que volver a elegir?
Ya habían pasado algunos minutos desde que entró a la casa y cada segundo que avanzaba se ponía más y más nervioso, en el peor de los casos, ellos volverían a estar juntos, Staedtler tomaria la decisión de volver a estar junto a ella.
Todos estos pensamientos se vieron interrumpidos por el sonido de la puerta abriéndose.
-Menos mal tenía a la mano la caja de herramientas... A veces soy un poco distraído, por cierto, no me dijiste tu nombre -. Decía el hombre pasando por el marco de la puerta acercándose a la mujer que estaba bajando lentamente por los escalones.
El silencio se hizo seco por unos segundos, decirle el nombre real representaría facilitarle la llave para que los recuerdos del hombre regresaran.
Brett lo sabía perfectamente.
La mujer volteó por un breve segundo a los ojos de su mejor amigo.
-Soy Bett, un gusto-. Dijo la mujer en un tono muy natural, no había duda en su tono.
Brett salió detrás del hombre y pinchó el botón para reafirmar la decisión previamente tomada por la mujer.
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-Pondré algo de música -. Decía la mujer para tratar de cortar el ambiente del viaje de regreso.
Aunque Brett no pudiera brincar de felicidad no podía evitar no poner una mueca de satisfacción, aún así no tenía muy en claro que hacer, ella le había dicho prácticamente que necesitaba tiempo para pensar las cosas, y definitivamente le daría todo el que fuese necesario.
-Claro, creo que ahora mismo está la última lista que puse en...-. la música la interrumpió, "Accidentally in love" empezó a sonar alto, la última canción reproducida....
Las mejillas de Brett se encendieron
-No era mentira eso de que la escuchaba todos los días.
Reagan alejó la mano del estéreo del auto, creía que esa canción era linda en un extraño sentido, pero si a Brett le gustaba, era todavía más linda.
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UNA DISCULPA
Hubo un error y el capítulo se marcó como que se subió ayer, pero hoy ya les vengo con la actualización, espero lo disfruten mucho, seguiré actualizando en un par de días más, ❤️ gracias por leer, me hacen muy feliz sus comentarios.
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My beloved Reagan
Roman d'amour¿Qué pasa cuando mezclas a una Reagan dolida y a un Brett ebrio? ven y descúbrelo Los personajes son solamente de nuestra Diosa Shion Takeuchi.❤️ La historia mía 💗