"El liderazgo era una tarea para la que no muchas estaban hechas. Soyeon era la modelo de líder, pero al saber que el reloj de su maknae estaba a punto de marcar el cero, se sintió impotente."
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"Me sentí mal cuando estábamos en la sesión de fotos. Pero me ayudaste a sentirme mejor. Mis malos sentimientos desaparecieron gracias a ti. Me haces ser una mejor persona.Gracias."
Ser líder nunca fue fácil. Horarios, presión constante para realizar, pero a veces era fácil de llevar. Sin embargo, este no fue el caso. Había momentos que deseaba que permanecieran para siempre, pero como la vida, se interrumpían en momentos trágicos.
꽃
Soyeon se despertó con un sudor frío. Su pecho subía y bajaba bastante rápido, con sus ojos recorriendo la habitación. Justo cuando la oscuridad se sentía como si se hubiera apoderado de su cuello y comenzara a asfixiarla, el susurro de la puerta la devolvió a sus sentidos. Una Miyeon bastante soñolienta abrió la puerta, encendió las luces y miró a su líder con los ojos medio cerrados pero preocupados. ー¿Estás bien, Soyeon? Oí un ruido sordo venir de aquí.
¿Un golpe?
Bueno, ahora tiene sentido por qué le dolía un poco la cabeza. Tal vez se golpeó contra algo por accidente mientras dormía.
ーEstoy bien, Miyeonー asintió. Se llevó la mano a la nuca y la dejó descansar allí. ーProbablemente golpeé algo mientras dormía. ¿Qué hora es? No fue mi intención despertarte si yo…ー Soyeon tomó el teléfono en su mesita de noche y lo encendió por un breve momento. 2:43 a. m. Tiene sentido por qué Miyeon parecía que no estaba escuchando. Sin embargo, Soyeon tuvo que admitir que ver el cabello de Miyeon tan desordenado fue gracioso. Sonriendo un poco, aseguró a Miyeon una vez más que estaba bien. Fue una pequeña conversación, pero al menos a las 2:50, Miyeon estaba de vuelta en la cama y profundamente dormida.
Soyeon, por otro lado, no lo estaba.
Desde pequeña supo que quería ser líder. No sabía de qué tipo, pero quería guiar a otras hacia el resultado deseado. Después de haber hecho Unpretty Rapstar y PD 101, se encontró en esa posición. Recordó la primera vez que las seis se sentaron juntas en una habitación. La mirada intimidante de Miyeon, la brillante sonrisa de Minnie, la mirada intensa de Soojin, la personalidad enérgica de Yuqi y la honestidad de Shuhua. Sin embargo, los momentos más tristes también llegaron. Shuhua sentada sola en el hueco de la escalera, sus gritos resonando arriba y abajo en el vacío. Soyeon se sentó junto a ella y la abrazó con fuerza, haciendo todo lo posible por consolar a la maknae que lloraba.
Mirando la pared frente a ella, Soyeon llevó la mano que descansaba en la parte posterior de su cuello a su frente, antes de dejarla pasar por su cabello. Esos días tranquilos se habían ido, y Soyeon odiaba admitirlo. Era una mujer ocupada, pero... esto era algo que nunca hubiera esperado. El peso de estar siempre ocupada comenzó a golpearla como un tren de carga a una víctima desprevenida en sus vías. ーSabes, Shuhua… siempre fuiste interesante. Desde tus días de aprendiz hasta ahora, nunca dejas de sorprenderme con tu energíaー, comenzó a murmurar.
