Rivers, Aldo y Mariana habían llegado temprano a la casa de Roier, era su primer día de regreso a la escuela normal y no querían que llegue tarde.
En el rostro de Maria, la madre de Roier se podía ver la preocupación de como la pasará su hijo en la escuela presencial.
Los amigos de su hijo le aseguraron que no iban a permitir que le ocurra algo, le prometieron protegerlo desde pequeño y lo van a cumplir.
Maria les dió permiso de entrar y subir a la habitación de su hijo, normalmente seguía dormido a esa hora ya que no tenía que arreglarse tanto para sus clases.
Sus amigos entraron haciendo todo el escandalo que se les hizo posible para despertarlo. Cuando Roier despertó lo atacaron tirándole su uniforme nuevo y explicandole su horario. Era mitad de año por lo que tal vez no entienda la mayoría de temas, aún así, lograron convencer a la directora de ponerlos en la misma clase para ayudarle.
Aunque ninguno de los tres sea el mejor de la clase serán de ayuda para algo.
-¡Roier deja de actuar como un niño y suelta la cama!- gritó Rivers jalando la pierna de Roier con la esperanza de sacarlo de ahí.
-¡Sueltame Rivers, tu no lo entiendes!- respondió desesperado, de verdad no quería ir y recordar cómo fue la mayoría de su niñez. De verdad pensó que a los niños le gustaría ver las estrellas que tenía en sus pupilas, pero fue un grave error, le tenían miedo y lo molestaban.
-Rivers, deja en paz a Roier- dijo el mejor amigo de la chica, siendo seguido por el de gorra.
-Roier, dinos que ocurre- dijo calmando la situación.
-Ustedes de verdad no lo entienden. No saben lo doloroso que fue ver como los niños se asustaban de mi, no quiero repetir eso, no quiero asustar a nadie; no quiero ser molestado de nuevo- se sinceró con sus amigos.
Ellos sabían la historia del porque dejó de ir a la escuela presencial, ellos sabían el miedo que tenía y aún así querían obligarlo a ir a donde todos sus miedos empezaron.
Rivers se calmó y se miró preocupada con Mariana.
-Roier, prometimos protegerte en el colegio, ¿alguna vez no cumplimos esa promesa?- dijo Mariana.
Roier se quedó pensando, era cierto que nunca habían incumplido esa promesa y le dieron la seguridad de que no será la excepción.
Suspiró y sonrió para extender sus brazos.
Sus amigoa rápidamente se acercaron para unirse en un abrazo.
María observó desde la puerta con lagrimas en los ojos, admiraba lo maduro que se volvió su hijo con este tema que lo atormentaba desde pequeño.
Luego de un tiempo Rivers recordó el porque estaban ahí y obligó a Roier a ponerse el uniforme ya que por culpa del conmovedor momento llegarán tarde a la primera hora.
Cuando terminó de vestirse Aldo le pasó su mochila ya hecha mientras que Mariana sostenía la puerta para ya irse. Antes de salir Roier agarró los lentes de sol de su mamá. Ahora si estaba listo para ir a su nueva escuela.

ESTÁS LEYENDO
Starboy
FanfictionDonde a Roier lo llaman "hijo de las estrellas" por su rara condición. O Donde Quackity se enamora del hijo de las estrellas y las empieza a ver en todos lados.