La última clase del día se resume en Lana y Quackity pasandose papeles donde planeaban como acercarse a Roier sin parecer que tienen segundas intenciones.
Hubo un momento donde la profesora los sorprendió pero no dijo nada al tener a Lana como su favorita.
El plan era simple: acercarse de la forma más amistosa posible para lograr entrar en el pequeño grupo de amigos, ganar la confianza del grupo (especialmente del castaño) y Lana logra disculparse.
Fácil.
Quackity ha tenido algunas interacciones minimas con Rivers, lo que podría hacer más fácil todo el tema de llevarse con el grupo de amigos.
La hora de salida había llegado y los dos amigos se despidieron en la parada de bus, el pelinegro subió al transporte no sin antes despedirse con un abrazo de la rubia la cual fue corriendo donde Luzu para los dos irse juntos a casa.
Estaba buscando un asiento donde sentarse hasta que vió que el posamanos de un asiento estaba libre. Y justo el dueño de ese asiento era nada más ni nada menos que Roier.
Quackity se acercó rápidamente mientras planeaba el como iniciar una conversación que no sea incómoda.
Cuando llegó a su lugar se agarró del tubo y miró disimuladamente al chico con gafas.
"Es ahora o nunca" se dijo a si mismo.
-Hey, tu eres el chico del pelotazo- dijo reclamandose mentalmente por la forma en la que inició la conversación.
-Si...tu eres el chico que me ayudó- dijo algo avergonzado, sabiendo que más de la mitad del instituto vió su humillante caída.
-Si, te fuiste tan rápido que no pude preguntarte a ti ni a tus amigos si estaban bien- Quackity de verdad se preocupó aunque se haya reído.
-Oh, si estabamos bien, solo fue una pequeña caída, por cierto, gracias por ayudarme- dijo amablemente Roier.
Luego de decir eso el castaño sintió un sentimiento de preocupación en su interior.
-¿No viste nada raro en mis ojos cuando los abrí?- preguntó, tímido y preocupado.
Quackity sabía a lo que se refería, pero no quería molestar o asustar al chico.
-¿No?- dijo fingiendo confusión.
Escuchó un suspiro de alivio por parte del castaño, por lo que supo que eligió la respuesta correcta.
Se la pasaron hablando de cosas triviales, el sonido de la lluvia que recién empezaba era su acompañante en una burbuja que ellos crearon y solo ellos estaban presentes.
Cuando la persona que se sentaba al lado de Roier se fue, el castaño le cedió el puesto al chico de beanie.
Las ventanas se estaba cubriendo de vapor hasta que el exterior no pueda verse. Roier se interesó por eso y con su dedo empezó a dibujar.
Quackity no lo sabía, pero iba a ser muy difícil sacarlo de ese mundo.
El fan de Spiderman empezó a dibujar estrellas, algo chuecas pero después de todo eran estrellas.
Cuando ya no había más espacio para dibujar, abrió su maleta y sacó un lapicero para empezar a dibujar en su muñeca unas pequeñas estrellas.
Quackity lo miraba confundido, se notaba que tenía una rara obsesión con la estrellas, pero no podía culparlo, esos ojos castaño con verde con pupilas de estrella deben ser la razón de eso.
Es decir, ¿quién no lo haría luego de ver estrellas tan bonitas?
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Starboy
FanfictionDonde a Roier lo llaman "hijo de las estrellas" por su rara condición. O Donde Quackity se enamora del hijo de las estrellas y las empieza a ver en todos lados.