Sasusaku One Shot (Sasuke X Sakura) 🌸🍅

🍅yo te cuidaré🍅

- ¿Que?- volví a preguntar un poco sorprendido, por la petición de Sasuke-San- ¿Quieres que yo...

- cuides de mi mujer y mi cachorra- volvió a repetir el pelinegro.

No era ningun secreto que desde que Sasuke tuvo como compañera a una humana, hubieron muchos problemas con otros clanes, para ser más específico el alfa Kabuto.

Ese ser miserable que asesinó a sus padres.

- ¿Esto tiene que ver con Kabuto no es así?- preguntó, aún que era algo obvio.

- si, necesito un investigar un poco, lleve a Sakura y a Sarada a una cabaña no muy lejos de aquí- contestó- necesito que vayas y cuides de ambas.

- Sasuke-San desde que mis padres murieron usted siempre a cuidado de mi- dijo el rubio con melancolía- le prometo que cuidaré muy bien de su hija y esposa.

- hmp, cuento contigo.

Boruto miró como Sasuke caminaba por el camino contraria hasta que lo perdió de vista. El rubio no conocía a la esposa e hija de Sasuke, desde que Kabuto amenazó al azabache con matarlas. El pelinegro no dejaba que nadie ni siquiera los lobos de la manada se les acercarán, por eso una parte de el sentía curiosidad por conocerlas.

Día y noche sin descanso alguno, el rubio se la paso cuidado de la familia de Sasuke.

Al momento en que sus orbes azules vieron a la pequeña Sarada, de una al menos ocho años, se dio cuenta de que ella era su compañera.

Por eso no había ni un día que no estuviera pendiente de ambas.

Necesitaba ahora más que nunca proteger a esa pequeña y su madre, Kabuto le arrebató a sus padres. No iba a permitir que le quitarán también a su hembra, daría su propia vida si es necesario.

Nunca se lo perdonaría si algo malo le sucediera a su mate.

- ¡Sarada hora de comer!- llamo la pelirosa.

- ¡Ya voy mama!- grito la pequeña, adentrándose a la casa.

El rubio quien estaba sentado en la rama de un árbol, soltó un largo suspiro, estaba cansado. Tenía varias noches que no dormía y ahora su cuerpo le estaba exigiendo descanso, sin ser consciente el Uzumaki cerro sus orbes dejándose llevar por el cansancio.

Mientras que el rubio descansaba, Sakura y Sarada había terminado de comer. La pelinegra se extrañó al ver que su madre preparaba  otro plato lleno de comida.

- mamá, ¿Por que estas sirviendo otro plato de comida?- pregunto la pelinegra ladeado la cabeza- acaso papá llega hoy.

- no cariño, necesito que me hagas un favor y le lleves esto a nuestro amigo que nos está cuidando- pidió la pelirosa.

Sarada asintió con la cabeza feliz, pues desde que ambas se dieron cuenta de que el rubio las cuidaba sin descanso, siempre aprovechaban la oportunidad de llevarle algo de comida cuando este se encontraba dormido o distraido.

Había veces que la pelinegra se quedaba apreciando la belleza del rubio, cuando este se encontraba dormido. Se sentía a salvo cada vez que olía su aroma, le daba mucha tranquilidad. Aunque no sabía porque tenía la necesidad de siempre querer estar a su lado.

- toma, recuerda de que si está dormido no lo vayas a despertar.

- de acuerdo mami.

La pelinegra agarro el plato de comida y salió de su casa, trato de sentir su aroma y cuando lo consiguió. Corrió a buscarlo, encontrándolo dormido arriba de un árbol.

La chica dejó el plato en el suelo y con cuidado empezó a trepar el árbol, sabía que el rubio necesitaba comer algo.

Una vez que estuvo al frente de el decidió apreciar por unos segundos su rostro, quedando totalmente embobada por el.