Capítulo 9: Carrusel.

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ADVERTENCIAS: Ansiedad, descripción de sobre estimulación sensorial.

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Capítulo 9:  Carrusel.

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El público señalaba en su dirección pues se les hacía curioso ver un payaso sentado en un carrusel. Los niños aplaudían y se reían mucho, pero para Yoongi, solo existía ese carrusel y su amigo, no tenía ojos u oídos para nada más. 

Los dos reían y se veían uno al otro, sus sonrisas inmensas. Sus corazones llenos y rebosantes de amor y alegría, en aquel viernes de primavera. 

Cuando el carrusel pauso su incesante marcha, y dió su última vuelta. La canción de circo se detuvo, las luces parpadean para indicar el final de ese recorrido, los niños agitaban sus piernas a cada lado de los corceles, y los padres subían para desmontar a sus hijos de los caballos, pero Yoongi y Hoseok eran los únicos adultos montando los caballos, y que aún seguían sentados, viéndose mutuamente cómo sí aún siguieran en pausa.

Yoongi veía sorprendido a Hoseok una vez que todo se detuvo, podía verlo respirando agitado, e incluso podía verle el rubor trepar por su cuello, y detrás de su maquillaje el Payasito parecía quedarse sin aliento, mientras sonreía hipnotizado. 

Yoongi no podía dejar de contemplarlo, le veía el cuerpo divino en un traje a dos colores de arlequín, y la carita, le veía los ojitos fijos, cómo si fuera orbes hipnóticos. 

Yoongi no se había percatado con qué fijación lo miraba, pues a veces hacía eso, y olvidaba que ver tanto a una persona, de igual forma era visto de mal gusto. 

Cuando se percató que casi todos los niños abandonaron  el juego para dar pie a los siguientes en la fila, se levantó como en un sueño, y le ofreció la mano al Payasito para ayudarlo a bajar pues él se emocionaba de niño cuando sus padres lo bajaban, y ahora él quería hacer lo mismo por Hobi. 

Hobi se ruborizó mucho, se sentía como en uno de sus sueños dónde Yoongi era su novio, había fantaseado tanto con él, con verlo, tocarlo y sentir sus manos, y ahora su sueño se hacía realidad. Para él Yoongi era el novio ideal, era un hombre honesto, sincero, sin miedo a demostrar sus miedos y sensibilidad. Y que era muy amoroso. 

Yoongi colocó sus manos en la cadera del payasito, y se percató que se sentía muy cálido, pero muy delgadito, lo levantó con mucho esfuerzo y lo ayudó a bajar del caballo. Luego sin hablar, lo tomó de una manita pequeña, y caminó con él hacia la salida. 

Caminaron hasta llegar a una banca desde donde se podía ver el carrusel. Ahí se sentaron uno al lado del otro recuperando el aliento, mientras se veían fijo al rostro. 

Yoongi se sentía tan caliente, su rostro se sentía acalorado, su corazón se agitaba y latía muy deprisa dentro de su pecho, y tenía una sensación curiosa en sus entrañas, cómo si fueran nervios, su estómago se sentía como si diets vueltas como si de una lavadora se tratara. 

Yoongi se sentía confundido, no sabía si era porque estaba mareado, porque había comido muchos postres de su abuela, o sencillamente eran las mariposas que todo mundo hablaba. 

Yoongi se recargó con sus pálidas manos sobre su vientre, mientras contemplaba extasiado a su nuevo amigo. Sentía emociones que nunca antes había sentido por alguien más. 

Hoseok lo miraba completamente hipnotizado, no podía dejar de ver a la persona y objeto de su adoración y amor. La pancita del payasito se llenaba de mariposas coloridas, y su globito de corazón se inflaba hasta que sentía que le iba a explotar. 

Noche en el Circo 🎪🎠🎡🤡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora