Capitulo 23: Memorias

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ADVERTENCIAS: ninguna

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Capitulo 23: Memorias
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Al día siguiente Seokjin ya no estaba, había dejado un mensaje para ellos, donde decía que por favor se quedarán dentro de la carpa, y solo fueran a la cocina y baño de la casa rodante, pero que no anduvieran en el circo. 

(Seijin me dijo que pasará a verte a la hora del almuerzo, no se te olvide que estás "enfermo". Por favor, no hagas ninguna estupidez.) Se leía en la posdata. 

Hoseok se sintió triste pues esperaba hacer las paces con su hermano mayor en la mañana pero ya no le fue posible. 

Yoongi y Hoseok desayunaron, y regresaron a la carpa, dónde se pusieron a jugar. Hoseok le enseñaba trucos de magia, y de comedia. Le mostró sus artículos de payaso, cómo sus flores que lanzaban agua, sus pelotas o aros, y sus pinos para hacer malabares, luego modeló para el cada traje de Payasito que tenía, Yoongi disfruto mucho todo esto. Estaba extasiado, veía todo con mucha atención y mucha emoción, cada día amaba aún más los Payasos y los circos. Pero sobre todo a su hermoso novio.

A la hora del almuerzo, Hoseok regresó a su cama, y fingió seguir enfermo, para cuándo su jefe y amigo Seijin lo visitó, encontró un Payasito muy enfermo, con los ojos cerrados, y las manitas en la pancita, se retorcía fingiendo aún tener mucho dolor en el vientre, Yoongi tan solo se sentó junto a él fingiendo sobar su espalda. Seijin platicó un poco con él, lo cuidó una media hora, le dió ánimo y le indicó mucho reposo como haría un padre amoroso o hermano mayor y salió de su carpa sintiéndose muy mal por qué el pequeño chico Payasito aún seguía indispuesto. 

No notó nada extraño, y Hoseok se relajó, no quería causarle más problemas a su hermano. La pelea lo tenía muy triste. Después de sentir las manos de Seijin y la dulzura con la que lo cuidaba, Hoseok recordó sentir las mismas manos, sus padres, su mamá lo cuidaba así, y cuando enfermó y murió, su padre lo hacía por él, pero ninguno ya estaba, esas cálidas manos, siempre habían sido las de Jin, y lo extraño tanto. 

Yoongi notó que el Payasito estaba triste, las lágrimas le corrían por los cachetitos. Su mirada era muy triste. Quería sentir las manos y besos de sus padres, y también las de Jin. Aunque no estuviera enfermo, quería que Jin lo abrazara cómo cuando era un niño pequeñito y débil, testarudo y enfermizo, pero con mucho amor rodeándolo por dónde fuera. 

Yoongi se metió a la cama con su Payasito. Sin saber lo que pasaba por su mente, por simple reflejo, le puso una cálida mano en su pecho, acariciándole dulcemente y con mucho amor. "¿Qué pasa, mi hermoso Payasito? ¿Qué tienes, mi amor?" Le preguntó Yoongi. Atrajo al Payasito hacía su pecho, y lo estrujó ahí, cómo si quisiera meterlo en su corazoncito y protegerlo de la tristeza. "Hobi, mi novio hermoso, si no me dices que te pasa, no podré saberlo." Le decía Yoongi acariciando su espalda. 

Hoseok se derritió por dentro, y metió la carita al pecho gordito de Yoongi, entre los dos pectorales suavecitos y muy redondeados, se sentía como hundir la cara entre dos pedazos de pan horneado, escondió su naricita de Payaso. Podía sentir el corazón de Yoongi latiendo y sus suaves pezones marcados por el pijama. "Masita, es sólo que estoy muy triste. Nini está vez está muy molesto conmigo, y ya no están mis padres les prometí cuidar de él y él de mí, pero nos la vivimos peleando. Todo por una estupidez." Le dijo Hoseok, volvió a sorber sus moquitos por su nariz. "Lo siento Globito se me salen mis moquitos." 

Yoongi le acarició la espalda baja, y la cabecita. El Payasito se volvía loco, y todos sus globitos se le alteraban por dentro cuando Yoongi le acariciaba, y tocaba la espalda de esa manera. La pancita le daba vueltas llena de aleteos. 

Noche en el Circo 🎪🎠🎡🤡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora