8. PRIMER DÍA DE TRABAJO

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El día de hoy Kari comenzaría a trabajar en la cafetería donde había pedido trabajo y afortunadamente se lo habían dado.

-Hola, buenos días señora Mildred he venido a mi primer día de trabajo.- dijo Kari ingresando al establecimiento.
-Oh, hola Kari, buenos días. Espero vengas con toda la actitud, hoy será un día maravilloso.-
-Si, por supuesto que vengo con todo la actitud, pero,¿Por qué será un día maravilloso?- cuestionó Kari.
-Bueno pues, hoy es el festival escolar de los chicos de la universidad de aquí cerca. La mayoría cuando es festival, viene aquí a tomar café, eso trae buenas ganancias.- respondió la señora Mildred.

Kari en ese momento comprendió que sería un día muy atareado y que debía de ponerle todo su empeño, todo para demostrarle a la señora Mildred que no se equivocó al darle el empleo.

-Oh, eso es muy bueno.- contestó Kari.
-Si, así es. Ahora ve atrás del mostrador ahi está el mandil que usarás para atender a los clientes. Tu trabajo sera pedir la orden de los chicos y llevar los cafés y postres, o lo que sea que pidan, a sus mesas.- mencionó la señora Mildred.
-Esta bien.- dijo Kari

Kari fue detrás del mostrador cómo se le fue indicado y encontró el mandil que usaría. Este era color blanco con café claro, casi beige, y le agrado mucho. Se lo puso, y después fue con la dueña para que le indicará lo demás.

-Bien, te queda perfecto. Ahora en esa mesa hay una libreta y un lapicero, en ella anotarás todos los pedidos, y luego, los pasarás a la chica que esté haciendo el café.-
-¿La chica?, ¿Hay otra chica trabajando aquí?- cuestionó Kari.
-Claro, ella me ayuda con los cafés y antes era mesera como tú. Pero ahora, ya estoy viejita, los años ya me pesan, y necesito de más ayuda. Por eso solicite empleada. Para que yo solo me encargue de las cuentas del negocio.-

-Oh, ok, ¿Le ayudo a abrir bien el negoció?- preguntó Kari.
-Si, gracias.-

Pronto abrieron el local y empezaron a acomodar las mesas para que los clientes pudieran disfrutar de un rico café por la mañana.

-Buenos días señora Mildred- dijo una chica con la voz agitada, parecía que había corrido.
-Buenos días, Cam.- saludó la señora amablemente.
-Disculpe la tardanza, mi madre de nuevo se puso mal y necesitaba tranquilizarla.- explicó la chica.-
-Si, no te preocupes, ahora ayúdanos a poner las mesas, es un poco tarde.- le dijo la viejita.
-Si claro.-

Kari no pudo evitar ver a la chica, se quedó muy sorprendida. La chica era no muy alta, cabello pintado de azul, corto, ojos negros, y una perforación en el labio. Ella si que era muy bonita.

Kari olvidó que la estaba viendo, hasta que la chica se volteó hacia ella y la saludo.

-Hola- Dijo la chica.
-Hola- Dijo apartando la mirada de la chica.
-¿Cómo te llamas?- cuestionó la chica.
-Soy Kari, mucho gusto.- Kari le extendió la mano y la chica le agarro la mano.
-Soy Cam. Mucho gusto.- le sonrió y ella devolvió la sonrisa.
- Y,¿Por qué entraste a trabajar aquí?- le cuestionó Cam.
- Necesito el dinero, es urgente.- le contestó-
- Y ¿Por qué es tan urgente?-
-Mi madre, está enferma de cáncer, y necesita una operación. La cuál cuesta la cantidad de 20,000 dólares.- le comentó Kari.
-Oh, lo siento, no sabía las razones. Espero tu madre se mejore.- le dijo Cam.
- Gracias, yo espero lo mismo.-
-¿Cuánto llevas juntado?- le preguntó Cam.

Kari se quedó pensando unos segundos, en realidad, no se había detenido a contar cuánto tenía hasta el momento y esperó a que fueran por lo menos cerca de la mitad, así sería menos dinero para juntar.

-Haber, el doctor me prestará 2,000 dólares. Mis amigas en total me prestaron 10,500 dólares, y juntando todo es una cantidad de 12,500 dolares.- Kari dijo emocionada ya llevaba poco más de la mitad del costo de la operación lo que significaba que ya podrían operar a su madre del cáncer en su cerebro.

-Wow, ya es mucho ¿No?-cuestionó Cam.
-Pues, es lo suficiente como para que puedan hacerle la operación a mi madre. Me dijeron que con la mitad podrían hacerlo.-dijo emocionada.
-¿Entonces, podrán operar a tu madre?-
-Si!!- grito emocionada.

La señora Mildred que las miraba por detrás del mostrador, sintió que aquellas dos chicas se llevarían muy bien. No solo por sus personalidades, si no, por las cosas y problemas en común.

-Chicas, es tarde, debemos comenzar a trabajar.- les dijo la dueña.
-Claro, señora Mildred.- asintieron las dos al mismo tiempo, a lo que soltaron una pequeña risita.

Comenzaron a trabajar a las nueve de la mañana cuando ya todo estaba acomodado y listo para atender a los clientes.
Cómo la señora Mildred ya le había explicado a Kari, Cam se encargaría de hacer las bebidas, como el café, capuchino, frappé y demás. Mientras Kari se encargaría de pedir las órdenes y llevarlas a las mesas, así como de servir algunos postres en el momento que Cam no pudiera.
Y la señora Mildred se ocuparía de las cuentas del local.

Asi pasó un rato entre preparar, servir y comer. Hubo mucho silencio, hasta que en un momento de descanso Cam se ánimo a preguntarle más cosas a Kari para poder indagar más sobre ella.

-¿ Y tienes pareja?- cuestionó Cam.
-No, no tengo por ahora.- le contesto amable Kari.
-¿Y que te gustaría tener?¿ Novio o novia?- le preguntó.
-Pues, no lo sé, hace un tiempo pensé que era hetero, luego pensé que era una hetero curiosa. Pero luego tuve sentimientos hacia una amiga que me hizo ver qué, me gustan también las mujeres.-Dijo Kari.
-Oh, entiendo. Pero aún no has contestado mi pregunta.-
-Pues, me gustaría intentar tener una relación con una chica.- dijo Kari.

Esto dejó pensando a Cam, no sabía si contarle con exactitud lo que era, aún no le tenía la suficiente confianza. Pero ¿Por qué ella si lo había hecho?¿Buscaba desahogarse? Eso no lo sabía, pero sabía que si quería tener bien las cosas con su nueva compañera de trabajo debería comenzar con ello. Por su cabeza pasaron muchas cosas ¿Y si me rechaza? ¿ Si prefiere dejar el trabajo antes que juntarse conmigo? ¿ Si no le caigo bien y me rechaza e insulta?

Todo eso pensaba, mientras había un pequeño momento incómodo. Pero decidió hacerlo al mirar la cara inocente y llena de paz y amor de Kari. Y así decidió hablar.

-Oye, Kari, tengo algo que decirte.- dijo algo nerviosa.
-Si, claro, dime.- le dijo haciendo que Cam se sintiera muy segura.
-Ok, quiero decirlo para que las cosas estén bien entre nosotras, ahora que estamos empezando a conocernos.-
-Claro está bien, solo dilo.-
-Kari, yo soy, transexual.- lo dijo de golpe.
A Kari la sorprendió un poco pero ella también tenía gustos diferentes a los impuestos por la sociedad, así que no podía, ni debía, juzgarla. Solo le dio una sonrisa y le dijo muy calmada.

-Agradezco que me lo hayas dicho.-
-¿Eso es todo? ¿No abra malas palabras, insultos, golpes o no intentarás hacerme mierda por ser como soy?- cuestionó Cam.

-Claro que no. Yo también tengo gustos diferentes, no tendría por qué juzgarte o insultarte o si quiera podría pensarlo. Eres como eres, soy como soy, todos podemos ser como queramos. No tengo derecho a juzgarte. Yo solo quiero ser tu amiga, no me importa como seas. Claro, siempre debemos respetarnos la una a la otra.-dijo Kari calmando a Cam.

Cam se quedó un momento pensando y le sonrió a Kari.

-Wow. Pensé que me ibas a rechazar. Te agradezco por no despreciar me como los demás. En verdad muchas gracias.- le dijo sincera Cam.
-No hay porque agradecer.- le dijo con una gran sonrisa.

-Niñas-les llamó la atención la señora Mildred.
-Lo sentimos- dijeron al mismo tiempo.
-No pasa nada, solo ya hay que empezar a trabajar, ya comienzan a llegar los clientes.-
-Si, ya nos vamos a apurar.-

~ lo que comenzó una simple plática se convertirá en una gran amistad.~

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