Ya habían pasado dos semanas desde que Sakura conoció a la señora Nakamura y a ella le pareció una mujer muy agradable.También ya se habían puesto de acuerdo que día iban a hacer esa dichosa comida, Sakura no estaba muy emocionada que digamos ya que sabría si había algo mal o decía su madre lo iba a regañar y ella no quería eso.
Por eso ella se estaba vistiendo lo más bonito que podía para que su madre esté orgullosa de ella, que vea que es una buena omega y que seguirá siendo así, que le da un poco de cariño como se lo dio la señora Nakamura.
Sus padres ya estaban listos sólo faltaba Sakura y una de sus hermanas para que toda la familia Miyawaki fuera a la casa de los Nakamura.
Sakura bajó las escaleras despacio y con la cabeza gacha, tenía un poco de sueño ya que se había desvelado platicando con Kazuha pero no se quejaba haber conocido más a Kazuha.
— ¿Kkura ya estás lista no te falta nada? — preguntó su padre una vez que lo vió llegar a la sala.
La omega sólo asintió — Ya estoy listo, papá — contestó con una sonrisa que desapareció al escuchar el comentario de su madre.
— ¿De verdad vas a ir vestida así? — preguntó con el ceño fruncido.
Sakura algo confundida revisó su ropa y vio que no había nada de malo que llevara una camisa más grande que su talla y de color negra y un pantalón también color negro y unos tenis blancos.
— ¿Tiene algo de malo? — preguntó haciendo un puchero.
— No, bebé, te ves hermosa — su padre contestó dándole una mirada a su esposa.
Pero ella no se iba a quedar callada — Vamos a ir a la casa de los Nakamura, solo vas a causar vergüenza si vas vestida así — respondió ignorando la mirada de su esposo.
El señor Miyawaki solo suspiro y se acercó a Sakura para darle un beso en la frente y susurrarle que no hiciera caso a las palabras de su madre.
Y después de eso los dos se fueron para subirse al auto a la espera de su madre y hermanas.
[...]
Kazuha estaba un poco nerviosa y ella no sabía el porqué.
En su mente se decía que ella era un alfa y que no tenía que estar nerviosa, que era una alfa fuerte y muy guapa.
Estaba sentada con su padre en la sala mientras su madre daba vueltas por toda la sala.
— ¿Mamá podrías dejar de dar vueltas? — preguntó soltando un suspiro — Me están poniendo nerviosa — si eso era por culpa de su madre que estaba dando vueltas.
— Lo siento pero estoy muy emocionada, siempre soñé de tener una hija omega y ahora — se quedó callada al ver la cara ofendida de su hija — Lo siento pero sabes que no pude tener más hijos y yo siempre soñé en tener más hijos — soltó un suspiro.
— Lo se mamá no hay problema — hizo una pausa — Pero todavía me pregunto ¿por qué no adoptaron? — preguntó con su ceño fruncido.
— Porque mi omega se deprimió y eso causó que yo tuviera depresión y el doctor le había dicho a tu padre que no era buena idea intentar adoptar ya que por ello nos iban a negar y mi depresión iba a hacer más grande — respondió soltando un suspiro.
Kazuha sólo asintió y vio a su padre acercarse a su madre para abrazarla.
— Entiendo mamá — volvió a ver a otro lado — Pero te pido que no agobies a Sakura ya que no está muy acostumbrada a que una figura materna la trate con amor y no quiero que se ponga a pensar cosas malas de ella — pidió soltando un suspiro al recordar la vez que Sakura lloro por ello.
— Entendido cariño y no voy a preguntar más sobre el tema — contestó la señora Nakamura.
Después de unos veinte minutos se escuchó la puerta principal ser tocada, Kazuha se puso de pie para abrir la puerta.
Kazuha sonrió al ver a Sakura quien se veía hermosa y la omega se sonrojo al sentir la mirada de Kazuha.
— Bienvenidos, pasen — saludos y se hizo a un lado para dejar pasar y los primeros que pasaron fueron las hermanas y la madre de Sakura después el señor Yuta y por último Sakura quien le dio un abrazo y un beso en su mejilla.
— Te ves muy hermosa — le comentó Kazuha a Sakura quien se sonrojó y sólo le dio la mano a Kazuha.
Una costumbre que con el paso de los días se había hecho. Esa tarde iba a ser muy larga y a la vez muy divertida para Sakura.
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案 : 𝗚𝗢𝗥𝗗𝗜𝗧𝗔 𝗠𝗜𝗬𝗔𝗪𝗔𝗞I﹙𝗉𝖾𝗍𝖺𝗅𝗓﹚
Historia CortaSer una persona con algunos kilitos de más, era una gran inseguridad, al menos así lo veía Miyawaki Sakura. Ella amaba la comida, pero también anhelaba una relación estable, bonita y amorosa; pero viéndose ella misma, ¿quién la querría como pareja...