- ¡Feliz cumpleaños! - los chicos habían decidido preparar el desayuno y así festejar dentro de sus posibilidades.
- ¿Que cara es esa?
- hoshi hyung vómito toda la noche - contó el menor de todos
- ¿Comiste algo que te hiciera mal? - pregunto Jeonghan.
- Estoy nervioso, Ha-neul me invitó a salir.
- Eso es genial, ¿A qué hora se juntan?
- A medio día
- Hyung... Son más de la una.- las palabras de vernon lograron que todo el sueño y malestar desaparecieran.
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- Maldito idiota - se escuchó del otro lado de la línea.
- Ji-an cálmate
- ¿QUE ME CALME? te dejo plantada, ni siquiera se digno a llamar o avisar, debería haber tenido la decencia de decir que no quería salir.
- Eres pésima subiendo el ánimo, debería buscar otra amiga. - ¡Oye! - es una broma, bueno ya sabes dónde estaré te llamo al rato.
- Cuidate.
Los pasos hacían eco en los pasillos color mármol llenos de paredes y pequeños "hogares" de las cenizas de personas, tal vez vecinos o amigos de sus difuntos padres.
- Se me ha vuelto una costumbre venir seguido acá ¿No lo creen?, Aún que un monólogo constante con ustedes suele ayudarme bastante hoy de verdad necesito un abrazo de ustedes. ¿Recuerdan a Soon-Young? El hijo de tu compañero de trabajo papá, lo invite a salir como mamá lo hizo contigo, es su cumpleaños así que hice su regalo. Sí, lo hice.
¿Por qué quiero llorar? ¿Saben lo peor? Es que lo espere una hora con cuarenta minutos a que llegara. Tengo ganas de gritarle en la cara y pegarle. Gritarle que debería ser considerado con una chica Que su madre estaría muy enojado con él por hacer esto.
Se sentó frente al espacio donde descansaban sus padres, dejando su bolso con comida al lado - ¿Les molesta que almuerce frente a ustedes hoy? Hice mucha comida, sería un pecado tirarla por ahí ¿No creen? Mamá, tu niña está con el corazón roto por primera vez y toda la culpa la tiene un chico con mejillas hermosas.
Se quedó ahí frente a ellos hasta que cerraron el cementerio, sentía que los ojos le ardían y que no podría volver a llorar en semanas aún que lo intentará. Espero el bus para llegar a casa, su expectativa era llegar y no tener que salir hasta la graduación y después para grabar el nuevo programa de Idols.
El viaje fue rápido, agradecía que a estas horas no hubiera mucha gente en las calles porque no quería que la vieran así, entro al departamento, con la ilusión de que Soon-Young estubiera afuera de su puerta.
- Debería no creer tanto en los dramas.
La semana paso tal cual la pensó, no salió de su casa y Soon-Young tampoco hizo aparición por ahí. El jueves por la tarde era su ceremonia de graduación, aún que significaba que había terminado una gran parte de su vida. Sabía que pasaría nuevamente la tarde frente a la repisa de sus padres.
La mañana siguiente fue más tranquila, todo lo contrario si su madre hubiera estado con ella. Planchó su uniforme y se metió a bañar, ya lista tomo paso lento el camino a la ceremonia. Tenía ganas de no ir, sus padres eran lo más obvio pero tampoco quería verle la tierna y maldita cara a Soon-Young.
- Maldito hamster.- si, aún estaba enojada y más aún cuando él no fue capaz ni de disculparse por lo ocurrido.
- ¡Noona! - ¿Hansol?, Vio como el pequeño rapero corrió con las manos en la espalda y otro par de muchachos a su lado.
