Era temprano en la mañana, aún no había amanecido y Lucia cargaba a Luz en sus manos, la llevaba a un lugar que solo ella sabía, ella y su padre, pero el ya estaba muerto ase que prácticamente, era como si nadie lo supiera.
Una cabaña dentro, demasiado dentro del bosque y ahí la depósito con cuidado en la cama, le había dado un calmante por lo que tardaría en despertar, lo había echo y ahora se aseguraría de mantenerla a su lado - entrando con una actitud más dulce..
Mientras tanto en casa de los Noceda, Amity llegaba con la policía.. pero al revisar todos los rincones, no había nada, ni de Luz, ni de Lucia, había llegado muy tarde..
- Diablos! - grito mientras golpeaba con su puño la pared - no me importa el tiempo que pase, te encontrare Luz - decía una peliverde decidida mientras lágrimas amenazaban con surcar su rostro.
Y también en un cuarto de hospital despertaba Camila cuando el doctor ya había decidido desconectarla.
- Mi amor, aquí estoy estás bien - decía agarrando sus mejillas Eda.
- No.. no hay tiempo debes proteger a Luz de Lucia - decía Camila con la voz entre cortada.
- Que! Que quieres decir - decía Eda con confusión.
- Lucia, ha estado abusando de Luz ! - decía Camila al borde del llanto.
- Que? Esto no es posible - decía agarrando la de las manos.
- Si cuando yo la descubrí, me hizo esto - decía con el llanto.
- Como nunca me di cuenta, soy una mala madre.. decía agarrando un cuchillo y un tenedor. Esto era malo muy malo..
Mientras en una cabaña fuera de la ciudad, una alfa se encontraba con una castaña arrodillada ante ella, saboreando su miembro.
- Ah! Sigue así Luz.. no pares - decía Lucia completamente extasiada, mientras se aferraba a su cabello para llevar el ritmo que ella quería, mientras Luz aveces sentía arcadas, pero se aguantaba, así estuvo un tiempo hasta que Lucia llegó al climax, llenando la boca de Luz con su semilla, quien tuvo que tragarse todo.
- Ah - gimio Lucia mientras con un movimiento recostaba a Luz en la cama y empesaba a trabajar en su sexo, Luz se tapo la cara avergosada, mientras un gran placer recoria todo su cuerpo y aunque lo negara,cada día era más bueno que antes.
- Ah - gimio Luz aferrándose a los hombros de Lucia..