La vida es impredecible.
Hoy estás arriba y mañana quién sabe.
Paso un mes y ahora no hablaba con Juan. El castaño lo evitaba cada vez que intentaba acercarse, ponía excusas absurdas impropias de él, pero no lo iba a cuestionar.
Amaba a Quackity, pero le tenía aprecio a la amistad que formo con Juan.
Para rematar, no podía tener citas con Quackity porque sus fotos ahora estaban a nivel global.
Aparecía en noticias donde "informaban" como el único alfa dominante se estaba comenzando a dedicar al modelaje y al mundo de las celebridades.
Eso le daba problemas, más de los que quisiera tener.
—. Dios santo, Spreen Buhajeruk. ¿Cómo no pensaste dos veces antes de aceptar un trabajo así? – su madre le estaba reclamando por la llamada.
Comprendía las razones por lo que le regañaban. Ahora, aunque recibe grandes sumas de dinero, no puede tener una vida privada.
La situación comenzó una semana después de la primera sesión, luego de arreglar las cosas con Quackity, comenzaron a sucederle cosas extrañas. Como que algunas personas extrañas lo saludaban o que algunos compañeros habían comenzado a hablarle más seguido.
Luego se dio cuenta del por qué sucedía todo eso, cuando unas personas tocaron a la puerta de su apartamento y lo fotografiaron, para luego echarse a correr.
Las fotos fueron subidas a Internet, mostrando su dirección.
La situación escaló demasiado rápido, a tal punto que la federación tuvo que intervenir, mandándolos a un apartamento más alejado, y por supuesto, más costoso.
Quackity no podía pagarlo con el sueldo que recibía de sus servicios nocturnos como interno en un hospital, por lo que, él saldaba ese gasto.
—. Lo sé, perdón, no lo pensé tanto al escuchar la suma de dinero, en ese momento estaban sucediendo cosas un tanto inestables – responde.
Quackity, quien estaba escuchando la conversación que Spreen tenía con su madre por teléfono, sólo atinó a desviar la mirada hacia sus apuntes.
El mayor se sentía un tanto culpable. Sentía que Spreen había tomado muchas decisiones sin pensarlas bien, sólo por la situación en la que anteriormente se encontraban.
—. Sí, él esta viviendo conmigo - Spreen continuó hablando, mientras que Quackity hacia su tesis —. No pasa nada con la high school. Me saldré de esa y pagaré una privada, no hay problema.
Spreen habló un poco más con su madre, al finalizar la llamada, se acercó a Quackity, abrazándolo por la espalda.
—. Lamento la situación que estás pasando por mi culpa – Spreen negó ante las plabras del mayor.
—. No te preocupes, no es nada que no sepa manejar – respondió el menor, depositando un beso en su frente —. ¿Vas a dormir?
Quackity negó ante la interrogante —. Debo de terminar mi tesis – responde.
Spreen suspiró, plantó un beso en su mejilla y le deseo suerte.
Quackity estaba a nada de graduarse para poder ejercer su título, sus honores y algunos contactos que consiguió.
Spreen se sentía algo insuficiente ante eso.
Quackity ganaría dinero a base de su esfuerzo, de sus estudios, de sus conocimientos. En cambio, él recibía la misma cifra de dinero, o más, sólo por una cara linda y por tener un buen título para adornar los periódicos.
Spreen se quedó dormido con esos pensamientos, ajenos a los pensamientos del mayor.
Quackity se sentía una carga. Hasta no ejercer su título, Spreen tendría que hacerse cargo de la mayoría de gastos. Lo único que él aportaba era la comida, ya que hasta los recibos de bienes básicos como luz eléctrica y agua, eran caros en aquel apartamento.
Debería de buscar un trabajo mejor para solventar mejor los gastos de la casa, pero no podía, su servicio nocturno lo ayudaría a calificar entre los más aptos cuando quiera meter su curriculum.
Se sentía tan estresado, no quería imaginarse como se sentirá Spreen.
A la mañana siguiente, Spreen se despertó para ir a una agencia noticiera a que lo entrevisten.
Siempre quiso fama, dinero, lujos. Antes de enamorarse de Quackity eso es lo que siempre anhelo, eran cosas que sus padres obviamente no le pudieron dar, por lo que él se lo quería dar a sus hijos.
Al salir del cuarto y entrar al salón, se encontró a Quackity dormido sobre la mesa del escritorio.
Sonrió de lado, enternecido por su esfuerzo.
Por la hora, tomó una manta y se la puso encima, abrigandolo. Posó un beso sobre los cabellos despeinados del mayor y se alejó para alistarse.
A las cinco de la mañana, él ya estaba listo. Pidió un uber y se dirigió a la agencia.
Varias personas lo recibieron gratamente, lo guiaron por todo el lugar, dándole un tour.
De cierta forma, se sentía grande, sentía que ahora tenía un rango bastante superior que los demás.
Lo llevaron al stage, donde lo sentaron en un cómodo sofá y comenzaron a preparar todo para la entrevista.
Las palabras de su madre se le vinieron a la mente: "Cuida bien tus palabras, piensa bien cada cosa que digas. Todo puede ser usado en tu contra si se saca de contexto".
Los nervios le comenzaron a invadir, se sentía dudoso, ya no estaba seguro.
Cuando menos se dio cuenta, una mujer se acercó a él y palmeo un poco de maquillaje en su rostro, para luego alejarse y hacer unas señales.
—. Vamos al aire – avisa el director.
Salió de su trance y comenzó a ver a su alrededor, el presentador estaba listo y las cámaras ya estaban fijas.
Ojalá sus padres no se enteren del nuevo trato que acababa de aceptar, o esta vez, capaz se compran un voleto de avión para regañarlo en persona.
Respiró profundo, iba a dar todo de él.
Por sus sueños, por sus metas y por Quackity, para darle una buena vida a quienes sean los que estén en su futuro.
Cap hecho en medio de la clase y corregido en medio de otra, escrita en el teléfono asi que si ven faltas de ortografía mis más sinceras disculpas porque tengo el auto-corrector desactivados, ya que siento que me equivoco más cuando lo uso.
Sin más, me despido, feliz lunes ;)
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El Último Compañero - Spreeckity
FanfictionEn un mundo donde todo está acabando. La salvación: dos jóvenes, un omega y un alfa dominante; y una federación. El último compañero para prevalecer la especie alfa/omega eran ellos, Spreen y Quackity, unidos por una federación, o quizá por el des...