El silencio en un concierto de música clásica es como un velo de terciopelo negro, que envuelve al público y al escenario, creando un ambiente de respeto y sagrado.
Los músicos, con sus instrumentos,
crean una armonía divina, que se eleva hacia el cielo como un himno,
y llena el corazón de todos los presentes.El silencio en un partido de tenis
es un silencio lleno de tensión,
como una cuerda de guitarra tensa al máximo, lista para ser golpeada y liberar su energía.
Los jugadores se miden con la mirada, y el público contiene la respiración, mientras la pelota vuela de un lado a otro y el juego alcanza su clímax.Ambos silencios son igual de bellos,
en su propia forma y en su propio momento, un silencio que llena el alma y el espíritu, y nos hace sentir vivos y presentes.No lo compuse yo, lo compuso ChatGpt con la siguiente idea:
"Has un poema que compare el silencio de un concierto de música clásica con el silencio de un partido de tenis."...-Libros Inexplorados
