Rey Føllable [KAKUIZA]

7 y 8

Decir que Izana estaba aburrido era quedar lo más corto de la realidad.

Izana sentado sobre su cama mientras mirá el techo con despreció, últimamente Kakucho trabaja mucho y son realmente muy pocos los días en los que puede pasar un buen rato con él.

Sus días constaban en; Ver televisión, dormir, comer, o hacer alguna otra actividad que encontrara agradable y de poco esfuerzo.

Pero luego llegaban la tarde y su día se ilumina de nuevo.

5 de la tarde, es la hora de comida para su novio y eso signifícaba una cosa; Llamada.

También habían pocas veces en las que Kakucho le llamaba ya sea por estar desocupado o por el simple hecho de extrañar la suave melodía de su voz tarareando atravez del teléfono.

Izana no era tan paciente como para esperar a que dieran las 5 y poder llamar a Kakucho. Tenía una tarjeta de dinero gracias a Kakucho por la misma razón, pero Izana era demasiado perezoso como para levanarse de su cama e ir de compras.

Sin embargo, hoy se levantó con unas intensas ganas de intentar desaburrir su día.

Por lo que listo para salir, tomó sus cosas y salió de casa en dirección a donde sea menos un lugar sin el concepto de "Diversión".

Caminó durante varias horas y visitó multiples lugares con distintas cosas que llamaban su atención, compró algunas botanas así como también prendas de ropa y zapatos.

Perdió la noción del tiempo sin darse cuenta, por lo que decidió volver a casa total y completamente satisfecho con sus lujosas y dichosas cosas.

Pasó por aún más tiendas evitando mirar los vidrios que mostraban más cosas inútiles en las que gastar más dinero y perder aún MÁS tiempo, así que caminó derecho hasta que...

La pintura morada neón con lumbral azulado, el llamativo letrero brillante del local con un ligero pero extravagante color rosa, y los vidrios semi polarizados de azúl neón, fue intevitable.

Dos escalones le dierón la bienvenida y fue sorprendido con la gran cantidad de objetos sexuales ahí, tipíco de una Sex shop.

Hace muchisímo no entraba a una, y la ultima a la que entró no era tan grande ni tenía la variedad de objetos que tiene está.

Su atención fue a parar a la gran cantidad de lenceria de distinos colores y estilos, tela cara y barata, también los demás objetos, joder...

....

Llegó ansioso a casa aventando a donde sea sus demás compras que no fueran las "Importantes", corrió a su habitación y soltó un suspiro con las mejillas carmesí.

Después de un pequeño baño como iniciativo, sus manos canela abrierón con desesperación la bolsa, sacó las cajas y con desespero rompió la envoltura, después aventó todo sobre la cama y comenzó a quitar sus prendas.

Ahora, de rodillas sobre la cama, abrió el vibrador de gran tamaño y el lubricante que recientemente compró.

El lubricante se delizó con fácilidad sobre sus dedos indíce y medio, llevó su pecho pegandolo a la cama y metió ambos dedos dentro, gimiendo con suavidad.

Abrió, cerró, dió caricias, y cuando pensó que estaba lo suficientemente dilatado, tomó el vibrador entre su mano y lo deslizó dentro suyo encendiendo a poca velocidad el control, su boca se abrió inconscientemente y suaves sónidos salieron de él.

Después de unos momentos de placer, Izana se corrió sobre las sábanas regularizando su respiración, entonces, miró el reloj sobre la mesita de noche, el reloj marcaba las 4:38, su inexpresivo rostro se volvió una atrevida sonrisa y una idea pasó por su desquiciada cabeza.