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- ¡En fin, alfas! - Pensó el omega, entrecerrando sus ojos mientras se retiraba del lugar, pero si lo pensaba bien, el pelimorado también era un alfa - suspiró -

Ahora solo se enfocaría en la llegada de la noche.

El pelimorado se reunió con sus padres en el momento justo, cuando ya se marcharían del lugar

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El pelimorado se reunió con sus padres en el momento justo, cuando ya se marcharían del lugar.

La madre de seishiro, solo le sonrió cálidamente observando como se subían a la carroza de donde vinieron.

- Nos vemos - Aquella cálida voz se sentía muy reconfortante para el alfa, después de que le pasaran muchas cosas en poco tiempo, se sentía por un momento en paz -

Este le devolvió la sonrisa, sabía que después de todo no sería mucho tiempo en regresar al mismo lugar.

En el camino, sus padres tanto como él, estaban en un abrumador silencio, pero no era incómodo, quería decir algo para relajar las expresiones de sus rostros, pero al darse cuenta ya había llegado al castillo.

Antes de bajar su madre le detuvo.

- En 3 horas, necesito que estés listo para que lleguemos en la fiesta, tu presencia es importante -

Sin si quiera dirigirles la palabra, bajó, yendo directamente a su habitación, no quería ir, no quería verle nuevamente la cara a ese príncipe, aunque de princípe, no tenía nada.

Pero tampoco le iba a llevar la contraria a su madre, después de todo, su respuesta no importaba.

La puerta de su habitación rechinó, alsó levemente la mirada, dándose cuenta que era hiori el que entró, de algún modo se alivió al ver que se trataba de él.

- ¿Cómo le fue hoy, princípe? - Sonrió sentándose a lado suyo palmeándole la espalda suavemente ya que estaba recostado en su cama -

El mencionado solo suspiro con pesadez, entrecerrando sus ojos se volteó a verle directamente a los ojos.

- Supongo que bien -

- ¿Por qué lo dice? - Comentó extrañado el oji azul, ladeando la cabeza -

Ni siquiera quería mencionar el nombre de ese estúpido alfa, nunca le había caído mal alguien rápidamente, pero ese albino tenía esa habilidad.

- Te contaré, después - Suspiró - ¿Cómo te fue a ti, mientras no estaba? -

- ¡Fue un caos reo! - se revolvió sus cabellos, con ambas manos - o al menos para mi - Bajó la voz -

- ¿Por qué, qué pasó? -

- Salí del castillo a visitar a mi madre, pero al regresar, un chico, al parecer omega, me tiró agua encima apropósito -

- ¿Y eso por qué? -

- Supongo que me confundió con una mujer, pero al darse cuenta que no lo era se disculpó, pensó que yo era la razón por la que su novio le fue infiel - Suspiro sarcástico, pero igual divertido de recordarlo -

𝐓𝐡𝐞 𝐏𝐫𝐢𝐧𝐜𝐞 𝐀𝐧 𝐓𝐡𝐞 𝐃𝐫𝐚𝐠𝐨𝐧/ 𝑁𝑎𝑔𝑖𝑟𝑒𝑜Donde viven las historias. Descúbrelo ahora