Déjame hacerlo.

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Cuando Nie MingJue se enteró de que él y Meng Yao comparten el mismo gen con sus respectivas castas, se siente emocionado al igual que su bestia interna que se hace notar y pareciera que mueve su cola de pura felicidad. Durante toda la mañana en su oficina, se ha mantenido frente al computador asimilando su suerte, ya que había pensado en que se quedaría soltero para toda la vida y sin hijos, pero ahora el destino se torció a su favor. Apoyado contra el respaldo de su silla, el codo en la baranda en lo que con la mano del mismo brazo se acaricia la barbilla mientras sonríe.

- A'jue - entra saludando su abuelo - ¿qué es lo que te tiene tan feliz? - se acerca el anciano, besando a su nieto en la frente - a ver, cuéntame ¿cuál es esa noticia qué te tiene sonriendo a la pantalla del computador?

- Abuelo Sang - dice MingJue abrazando a su abuelo - dije que iría para contarte en persona...

- ¡lo se hijo...! - exclama el abuelo acomodándose en otra silla - pero ya estoy muy viejo para esperar, no se sabe en que momento la vida te va a abandonar, por eso me apresure en venir ¡no hagas esperar a este pobre anciano....

- abuelo Sang - le toma de las manos y besa los nudillos - no seas dramático, aun eres joven y tienes toda una vida por delante.

- no creas mi niño - dice Nie Sang dándole suaves palmaditas en las manos a su nieto.

- has vendido hasta aquí para que te cuente el motivo de mi felicidad no porque a la vuelta de la esquina la muerte te puede encontrar. Pasa que te gusta el chisme - se ríe.

- ¡me ofendes A'jue! vine corriendo porque estaba muy preocupado por ti! - dramatiza - ¡y mira cómo me tratas!

- ya soy muy grande para que me chantajees, viejo chismoso.

- ¡niño mal agradecido! ¿así tratas a alguien qué te ama tanto y se preocupa por ti.? - hace un desprecio desviando la mirada a otro lado, levantando la nariz hacia el techo.

- abuelo Sang, encontré a alguien con mi misma condición... - dice sonriendo.

- ¿con tu misma condición? - pregunta el abuelo con voz temblorosa - ¿igual que tú?

- ¡si abuelo! - exclama con felicidad.

- ¡pero...! ¿cómo sucedió, cuando?

- Lan Huan lo encontró, le hablo de mi y me busco.

- ¡mi niño! - exclama su abuelo conteniendo las lágrimas - ¡no sabes cuanto peso me quitas de encima! - acaricia el rostro y cabeza de su nieto entre lágrimas y dulces sonrisas - ¡me siento tan feliz! - besa el rostro de MingJue.

- tienes que conocerlo, te va a encantar.

- ¡estoy seguro de que si! - exclama el abuelo poniéndose en pies para retirarse - Hoy es viernes - los espero para cenar.

- iremos.... - después de responder, ve como su abuelo se retira bailando de felicidad.

A medio día Meng Yao llega a la empresa de su novio, nadie en la empresa tiene conocimiento de este hecho tan importante en la vida del empresario. Para todo el mundo, Meng Yao es un empresario más que está haciendo negocios con el ceo Nie. Al llegar al piso correspondiente que es donde se encuentra la oficina del ceo, el recién llegado se dirige directo a ella sin avisarle a nadie.

- ¿a dónde crees que vas? - pregunta la secretaria, cruzándose en su camino.

- voy a la oficina de MingJue... - responde con amabilidad Meng Yao.

- ¿tiene una cita agendada? - pregunta la secretaria con antipatía - y es, ceo Nie para usted.

- no, no tengo una cita agendada - le responde.

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