Más de lo que puedes ver.

Sobrino tonto.

Es temprano en la mañana y Meg Yao sube al segundo piso de su departamento hasta llegar a una puerta de una habitación, después de respirar profundamente la abre para ingresar porque sabe que si golpea nadie le va a responder. Al entrar se encuentra con Lan Huan, sentado en la cama, rodeando sus piernas con sus brazos y escondiendo su rostro entre ellos.

- ¿lo mismo de siempre? - pregunta Meng Yao con amabilidad, pero no obtiene respuesta. Con un suspiro acaricia la cabeza de su amigo en lo que se sienta en la cama.

- ¡no lo hagas...! - exclama con pavor y alzando su cabeza para mirar a su amigo.

- no me importa... - le sonríe, viendo la vergüenza en el rostro del contrario - ¡está bien, no te aflijas!

- yo... no lo puedo evitar, ¡lo intento, pero no puedo...! - gimotea - tengo 25 años y esto no debería pasar.

- A'huan, mi querido A'huan, no es tu culpa, te entiendo, el psicólogo ya lo explico - se levanta de la cama - ve a tomar un baño, yo me encargo y luego baja a desayunar.

- lo puedo hacer yo...

- mi pequeño amigo, no sabes usar la lavadora... - se burla.

- ¡lo siento..! - baja la mirada apenado.

- basta con eso, ve... hoy tengo que reunirme con Nie Ming Jue.

- A'jue, ¡él me odia! - se lamenta el Lan.

- no te odia, solo esta dolido - dice su amigo acariciándole la cabeza.

- ¿crees qué me va a perdonar? - pregunta ansioso.

- lo hará... - le responde con determinación.

Meng Yao llego al edificio corporativo de los Nie, después de presentarse con la recepcionista se le permitió el ingreso. Nie MinJue estaba de pies cuando ingresa a la oficina y es invitado a tomar asiento.

- no hay mucho de que hablar, volví a revisar minuciosamente su proyecto - le mira con dudas.

- ¿cuál es el problema? - pregunta Meng Yao dejando ver su completa confianza.

- que es perfecto, no tiene fallas. Siempre las devuelvo a la primera a causa de eso, una y otra vez hasta que se dan por vencidos. Solo los competentes trabajan conmigo.

- ¡gracias, por el elogio! - sonríe Meng Yao, luciendo sus coquetas margaritas.

MingJue le mira con una ceja alzada - no fue un elogio - piensa - en frente de ti, está la carpeta con el contrato, tomate tu tiempo para leerlo - Dice MingJue observando al otro analíticamente - tengo todo el tiempo del mundo para esperar.

- entonces, lo leeré con calma ya que son muchos papeles - sonríe. MingJue solo arqueo una ceja.

- en ese caso, mientras continuare con un trabajo pendiente - dice prendiendo su computador.

- por mi, no hay problema - dice leyendo los documentos.

- bien... - dice MingJue, y así cada uno se dedicó a lo suyo. Después de media hora se escucha el sonido de un lápiz siendo arrastrado sobre una superficie, al despegar la vista de la pantalla se da cuenta de que Meng Yao está firmando hoja tras hoja con una bonita sonrisa que se marca en su rostro que llama rotundamente su atención - ¡esas malditas margaritas! - exclama en sus pensamientos con molestia - sus pestañas también son lindas y sus ojos brillantes parecen estrellas. Este maldito enano es un omega muy guapo... ¡mierda! ¿en qué estoy pensando? ¡es un simple omega! - piensa MingJue volviendo la vista a la pantalla - el aroma de su perfume es muy dulce, un omega perfecto para un alfa perfecto como ese Lan... - continua pensando - ¡mierda...! - exclama molesto cerrando con violencia su laptop.