🍑Capitulo II 🍑

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Los golpes eran rápidos, quizás hasta el punto que eran al azar, sin pensar en cualquier punto débil del cuerpo del otro, Todos los espectadores se habían parado por el repentino grito que había hecho la mujer al pelirrojo, eso dejo atónito a los hombres y mujeres, pero no a los mayores de 500 años, Arahabaki, una maldita habilidad temible que solo poseían los;

Nakahara,

Era un tanto agresiva con los contrincantes, pues esta buscaba eliminarlos de la fas de la tierra al punto horrible de hacer sufrir al otro, su manera de asesinato puede llegar a ser de dos formas (dependiendo) La muerte rápida, una donde simplemente busca matarte de la forma rápida, en total, solo eres un maldito estorbo en su camino y no te considera alguna amenaza,

La segunda se consideraba el completo sufrimiento, era de la peor forma tu muerte, era lenta y dolorosa en cada minuto, siempre te hacia creer que ya morirías en ese preciso instante, para volverte a dejar y golpearte, actualmente esa era la utilizada, el contexto de esta es por alguna razón ofensiva al 100, donde tu insultas lo mas preciado o adorado de la persona, como matar a un ser querido, también puede ser venganza, ¿La justicia...?

Lo mas interesante era que, era la única habilidad que hasta ahora podía matar a los demás onii, ya que... estos podían regenerarse, pero, como ya se dijo esta evita en todos los aspectos la regeneración de los demonios.

Con forme los espectadores recordaban la ultima vez que se utilizo el Arahabaki, los golpes eran lo que menos cesaban, apenas habían logrado evitar que lo matara por unos segundos, haciendo que el otro tuviera la mínima oportunidad de regenerarse al menos unas partes importantes de su cuerpo.

Hasta que, con un fuerte movimiento, logro agarrar al enemigo, con eso... logro retenerlo en el piso al mismo tiempo, ya estaba dejándolo sin aire, al igual que le pasaba unas líneas de color rojo y naranja que parecía muy doloroso por aquellos gritos que daba en el piso el hombre...

—¡Chuuya!, ¡¡chuuya!!—Un grito desde el fondo sonó como si hubiese agua por afuera, era un grito que le mandaba a despertar y salir del interior de su cuerpo, pero era imposible, así que se quedo echado ahí.

...

Un silencio era lo único que pasaba por aquel lugar, se hecho en el piso, o sea lo que sea eso, no le presto bastante atención, ¿Arabahaki?, que era eso...

no lo tenia muy enfocado el tema, cerro sus ojos, que había pasado...

¿Mataría al sujeto?,

bien, quizás le agradaba la idea no iba a mentir, pero... de la forma mas cruel que alguien haya podido pensar, obvio que no. Sonrió tristemente, esa cosa de nombre Arabahaki, se saldría de control y mataría a todos los participantes, Kouyou, Kyoka, en verdad lo sentía, ellas morirían por sus propias manos, podría... ahorcarse ahora mismo y morir,

prefería esa opción mil veces antes que matar a cualquier ser querido suyo,

 O que tal...

—Chuuya,

Si, podría funcionar...

—Chuuya...

y si...

—¡Chuuya!

¡Mierda!, eso si lo asusto, ¿una voz de su consciencia?, ¿lo esta regañando?,

Si eso debe ser, al no ser capaz de salir de este trance.

Un golpecito entre sus mejillas hizo que abriera los ojos rápidamente,—Chuuya,

Parpadeo un par de veces con casi un grito,—¡Daz-!

Un dedo en sus labios lo hizo callar, dejando sus palabras así mismas dentro de su boca.

—Chuuya, ¿Qué haces?—Pregunto,—¿No piensas en proteger a tu familia?—Murmuro cerca de su oído.

—yo-...—de nuevo, fue callado.

—Vamos chuuya yo confió en ti,—sonrió el otro—Solo abre tus ojos, despierta, despierta...—Repetía varias veces, casi hasta formar un eco,

—Dazai...

Se rio levemente, agarro los cachetes del otro entre sus manos,—Si y no,—Negó, al igual que apego su cabeza a la del otro, poniéndolas juntas.—Shū...

Su cara decayó al total silencio—¿Shū?, ¿shu que?,—Pregunto ansioso y desesperado a la vez.

...

Un par de toquecitos en su cara, eran dedos finos y delgados, solo se removió entre su suave almohada y colchón.

—5 minutos mas ane-san—El pelirrojo, procedió a ignorar aquel supuesto llamado.

De nuevo, otros toquecitos en su cara, al igual que en su cabello, se giro algo molesto,

—Todavía son las 4 de la mañana déjame dormir—Volvió a excusarse, agarrando su frazada tapándose con ella,

espera...

nunca tuvo una bonita cama, o una frazada tan calientita, sospecho un poco, pero luego, volvió a negarle la importancia para volver a acomodarse  y dejarse caer de nuevo en brazos del rey del sueño.

Era el mejor sueño que pudo haber vivido en su vida, empezó a enredarse mas en su calientita manta, jalando un poco mas para taparse,

Recibió un golpe fuerte en su cabeza, al igual que callo al frio piso cubriéndose con un poco de tierra al caer.

—¡Hay!, ya quien fue el hipodesuput

. . .

*Pájaro entrometido pasa por arriba*

un parpadeo de ojos unas cuantas veces,—¡Daaaaaaaaaazai!—Se abalanzo al otro abrazándolo por el cuello, quizás accidentalmente muy fuerte...—¡Estas bien, ESPERA COMO LLEGUE AQUIIIIIIII!—Grito confundido—¿¡Dazai no te vieron verdaaaad!?—Una pregunta tras otra,

—Mas despacio,—pidió el otro, un silencio nuevamente se formo.

—¡Dazai como que Shuji-!—Esta vez se quedo callado por una mano en su boca,

—Oh ya veo, ya descubriste mi nombre, que felicidad.—Sonrió levemente el otro,

Kindan no kajitsu ( Chuuzai Soukoku ) Oni Chuuya x Kitsune DazaiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora