Capítulo 2

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Pov Mackenzie

Ya habíamos llegado al internado, por suerte tendría la compañía de Abby, si no estaba acabada. Me dirigí hacia la entrada pero Abby seguía hay parada, ¡hey, si me ha rimado y todo! Pero no es el momento para eso Mack, tienes que ver qué le pasa a Abby.

-Hey Abby, ¿qué te pasa?

-¿Eh?- dijo como despertando de un trance que tenía o algo- No es nada Mack, sólo que esto es algo nuevo para mí, y me costará sobrevivir a tantas zorras juntas, no sé si podré con esto.

-¿Eso es lo que te preocupa? Yo tampoco sé si voy ha poder con esto, pero tenemos que aguantar, nos tenemos la una a la otra, podemos con todo. Además, imagínate todas las bromas que vamos ha gastar, será increíble.

-Parecía más animada y estaba sonriendo- Bueno, supongo que tienes razón Mack. ¡Vamos ha estropear nuestro expediente y ha gastarle bromas a las putas!

-Bueno, ahora que ya estás mejor, entremos, tienen que decirnos dónde vamos ha dormir, con suerte, nuestras compañeras serán buena gente, así que ¡ánimo baby, we can! Y además, me he traído el Five Nights at Freddy's 1, 2 y 3, y un tablero de la ouija, aunque nunca me he atrevido ha hacerlo.

-Yo tampoco, pero si lo vamos ha hacer, habrá que tener cuidado, y no jugar al Five Nights at Freddy's y luego a la ouija, porque a lo mejor es verdad jajaja.

Dicho esto entramos en el internado. ¡Oh Dios mío! Nunca he visto tantas rubias teñidas juntas, yo soy rubia, pero natural, por lo que me considero una alienígena, precisamente por eso me puse mechas rojas, Abby tiene suerte, ella tiene el pelo casi negro la muy suertuda.

Fuimos a la secretaría, había una mujer de unos 24 años, con el pelo negro azulado sobre los hombros, y un poco omdulado, llevaba gafas rojas, pero no puestas, sobre la cabeza. Abby le dijo:

-Abby Morgan y Mackenzie Valentine, ¿en qué habitación nos toca?

-Buenos días a ti también. Espera que lo revise.- estuvo un rato mirando su ordenador, luego dirigió su mirada hacia nosotras- Octavo piso, habitación 888- qué coincidencia, piso ocho, habitación 888, menos mal que el ocho es mi número de la suerte.

-Bueno, adiós y hasta nunca- Abby y yo nos alejamos un poco, pero Abby se paró, la secretaria esa se nos quedó mirando, ha saber qué querría.

-¿Se puede saber qué quieres?- Abby se había cabreado un poco, y a mí me estaba incomodando.

-Es que no parecéis, bueno... todo se resume a una pregunta, ¿rosa o negro?

-Negro claramente- dijo Abby cruzándose de brazos.

-Lo mismo digo, ¿por qué?- la secretaria sonrió.

-Pues intentad sobrevivir, pero tranquilas, hay chicas aquí que no son putas.- ¿con que era eso?

-Já, ¿eso significa que tú tampoco? Porque entonces me caes bien.

-Normal, sólo trabajo aquí porque necesito el dinero. Me llamo Celia Hills.

-Bueno Celia, pues ya nos veremos.- después de esto, Abby y yo fuimos.

Pov Abby

Al principio la empleada esa me cabreaba un poco, no parecía una persona normal, pero tampoco se vestía como una puta la verdad. Me caía bien, ahora estábamos en el cuarto, abrimos con la tarjeta que nos dió Celia para abrir la puerta.

Allí había dos chicas, estaban discutiendo sobre a qué jugaban primero, si al GTA V, o al Call pf Duty. El cuarto no estaba nada mal, era moderno, con una televisión de pantalla plana, y cuatro puertas, supongo que las habitaciones. Una chica era morena de piel, con pelo marrón chocolate abajo de sus hombros, y la otra tenía el pelo negro con mechas azules en las puntas. Estuvieron discutiendo hasta que la de las mechas azules se percató de nuestra presencia. Se giró hacia nosotras y nos dijo:

-Hola, me llamo... bueno, no os puedo contestar hasta que me respondáis a una pregunta, ¿sois zorras?

-¡Emily no seas tan directa que las vas ha asustar!-le regañó la chica de piel morena y pelo color chocolate- Me llamo Selenia Summers, pero también me gustaría escuchar la respuesta.

-No, no, tranquila. No somos unas zorras, además, ¿si lo fuésemos vestiríamos así? Odio ponerme faldas o vestidos.

-Yo también lo odio. Por cierto me llamo Abigail Morgan, pero llamadme Abby, si me llamáis Abigail os arrancaré la cabeza.- esto lo dijo con un tono que daba un poco de miedo, noté a Selenia un poco asustada, lo que me hizo gracia, sé que puedo dar un poco de miedo, pero no tanto.- Claro que no lo digo en serio, pero de verdad, llamadme Abby.- dije con una sonrisa.

-Y yo, pues me presento. ¡No piensa decir su peso, se puso mechas rojas porque no quería ser rubia y su madre no le dejaba teñirse totalmente, 16 años, Mackenzie o Mack Valentine!- dijo a modo de presentador de la tele, esta chica es muy graciosa- Bueno, bueno, yo ya estoy, ahora quedas tú señorita.- le guiñó un ojo a la chica de las mechas azules.

-Me llamo Emily Pines, tengo 16 años ¡y medio!- dijo resaltando el "y medio" como si fuese un niño pequeño que quiere ser más mayor que los demás niños. hora que no estaba tan borde me caía mejor, es muy graciosa también. Serán buenas compañeras de habitación.

-Bueno...- me relamí los labios, como cada vez que voy ha decidir algo por todas las personas- Sobre lo del juego, ya lo tengo decidido.- todas las chicas arquearon una ceja, parecía que estaban sincronizadas- Mackenzie saca el ordenador, vamos ha jugar al Five Nights at Freddys. Yo mando sobre todas vosotras, saludad a vuestra reina.- dije fingiendo hacer una revencia y caerme, soy una maestra en esto, en especial para no ir al colegio. Lo que hice fue dar una voltereta desastrosa, pero a posta, yo no soy tan torpe.

-Sí, reina de la torpeza, Mack a su servicio, si te vuelves ha caer y no tienes seguro yo te lo pagaré, aunque no te aseguro pagárlo con dinero de verdad.

-Y yo, como buena súbdita que soy, te daré tiritas para las pupitas reina.- esta vez era Selenia la que se cachondeaba de mí, ya se enterarían todas ellas.

-Yo te ayudo, pero quiero el 30 % de lo que tú ganes robándoles el dinero al resto, y así, yo te lo robo a ti.- ahora Emily se comportaba como una aprovechada, si desde luego, sólo me quiero como reina para sacarme el dinero, hija de puta... Pero todo esto lo digo con todo el love de mi life.

-¡QUE TODAS LAS SEÑORITAS VAYAN AL SALÓN DE ACTOS PARA EL TRADICIONAL DISCURSO DE INICIO DE CURSO, Y LUEGO PASEN A SECRETARÍA PARA QUE LES DEN EL UNIFORME!

-¿¡QUÉ UNIFORME NI QUÉ COJONES, YO NO ME PONGO UN UNIFORME EN MI VIDA, Y ENCIMA SEGURO QUE ES DE PUTA!- dijimos Mack y yo a la vez, seguro que nos escucharon en toda esta mierda de lugar, pero no me importa, osea, uniforme, imposible.

-Ah sí, es verdad, se me olvidaba que sois nuevas. El uniforme... no os quiero decir nada hasta que lo veáis, lo siento.

Fuimos al salón de actos, una vieja arrugada nos dió el típico discurso de siempre. Ahora llega lo peor, el momento del uniforme, en cuanto Mack y yo lo vimos nos quedamos flipando, es decir, una blusa de media maga de color blanco, con un lazo rosa, una minifalda rosa, y zapatos negros con calcetines rosas, no me lo podía creer, es el fin de Abby Morgan.

Mack en multimedia, espero que os haya gustado, es que se me borró ayer todo el capítulo.

Besitos y abracitos sexys.

Ali in wonderland.

Internado de zorrasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora