Parte 7: Niña del baño

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Los días siguieron pasando, sentía que me estaba volviendo loco... Las visiones seguían apareciendo en los mismos lugares y actuando de forma parecida... Fue un día por el pasillo cerca de las habitaciones donde vi una aparición nueva. Era un hombre también, igual que el último. Era más joven que los anteriores, quizás de mi edad. Estaba corriendo, parecía huir a algún sitio pero de repente cruzó una pared y desapareció. Todo era muy extraño en este sitio, me costaba diferenciar la realidad de mis aterradoras visiones y ya no sabía qué hacer. El único momento en el que estaba más tranquilo era cuando salía una vez a la semana, cuando me alejaba de aquí. Podía sentir que algo horrible había pasado aquí en algún momento por todas las cosas que veía, aún así no le mencioné nada al psiquiatra para que no pensara que había empeorado ya que entonces no podría salir más y estaría aquí encerrado con las figuras todos los días de la semana.

Una noche, me desperté en medio de la madrugada porque sentí que algo me observaba, lo ignoré y fui al baño. No había nadie en los pasillos y todo estaba muy oscuro, había pocas luces encendidas. Al volver a mi habitación, cuando aún estaba saliendo del baño, vi a una niña pequeña. De unos diez años. Estaba hablando consigo misma de forma extraña y parecía estar triste, aterrada y enfadada dependiendo del momento. Tenía lágrimas en los ojos, que estaban hinchados y rojos de llorar.

–¡No te dejes intimidar por ese hombre, coge un cuchillo tú también y ve a por él! – Decía la niña para sí misma.

–¡Pero no puedo hacer eso! – Lloraba – ¡Está mal atacar a la gente! – Seguía diciendo

–Tengo mucho miedo... Me tengo que esconder... Va a venir a por mí...¡No quiero morir! – Terminó de decir antes de entrar al baño, esconderse en una de las duchas, sentarse encogida en una esquina y desvanecerse. Parecía tener algún trastorno de personalidad múltiple.

Cada día era peor, las apariciones eran más frecuentes y decidí pedirle al psiquiatra que me trasladaran a otro hospital porque no aguantaba más.

El psiquiátricoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora