Parte 6: La llamada del hombre trajeado

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Pasaron unos días y nada fuera de lo normal ocurrió. Todo seguía siendo una rutina monótona. De repente, después de comer, me llamó una enfermera que se encargaba de suministrar los medicamentos a los pacientes para que la acompañara al despacho de quien dirigía el centro. El director del hospital me dijo que de ese momento en adelante podría salir una vez a la semana acompañado de mi psiquiatra o algún profesional. Me alegré mucho al escuchar estas noticias ya que por fin podría volver al exterior, aunque fuera poco tiempo. Pero en ese instante, vi a un hombre con un traje formal de aspecto antiguo, bien peinado y con un buen reloj entrar por la puerta y cerrar con pestillo, o eso parecía que estaba haciendo ya que no hubo ningún cambio en la puerta. Vi como cogía algo y presionaba con el dedo, diría que estaba marcando un número en el teléfono porque después se acercó la mano con la que sostenía el objeto a la oreja derecha.

–Ho-hola, ¿es este el nu-número de la po-policía? – Tartamudeaba

–Hola, ¿cuál es su emergencia? – Sonaba una voz cerca de la oreja del hombre, como si estuviera en una llamada.

–¡Ti-tiene un cuchillo! ¡Ya ha matado a otros tres pacientes, ayuda! ¡Vengan al psiquiátrico, por favor! ¡Todos corremos peligro aquí, va-vamos a morir! – Se giró, como si aporrearan la puerta y bajó la mano que tenía cerca de la oreja

–¿Hola? ¿Señor, sigue ahí? ¡Ya mandamos a varios agentes, estaremos allí pronto! – Seguido de eso sonó un pitido cerca de la mano del hombre.

La imagen de aquel hombre se desvaneció cuando escuché a la enfermera decir mi nombre, parece que me había quedado callado de pie observando la escena y no me había dado cuenta de que me estaban hablando. Nadie había visto nada, solo yo...

El psiquiátricoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora