Capítulo 3

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¿Saben cuándo es el primer día del curso y todo es súper pesado, pero de repente, llegan las vacaciones del primer trimestre, como si sólo hubiera pasado un día? Pues eso mismo le pasaba a Osamu, sólo que con Halloween en vez de con Navidad. Y como era tradición de su curso, que cuando querían, se podían poner todos de acuerdo, iba a haber una fiesta de Halloween. En verdad era un botellón para fumar, beber, bailar y liarse entre ellos, pero quedaba mucho mejor si lo denominaban como "fiesta de amigos". Y el castaño claro que iba a ir. No porque le gustaran en especial, pero si alguien le ofrecía una noche en la que se puede hacer de todo, él como la mayoría de adolescentes, lo aceptaba con gusto.

Y luego estaba Nakahara. Él iba a la fiesta para beber, olvidarse de sus problemas, y liarse con gente. Un planazo para el enano. Sólo tenía un inconveniente: sus amigos. Al principio, casi todos hacían chistes homófobos (y él también aunque no le hacía gracia), pero luego acababa liandose con la mitad (entre bros todo es válido). El problema era que él decía ser bisexual, y claro, si sus amigos le ven que solo se va con chicos, pues como que algo no les va a cuadrar.

El pelirrojo ya había aceptado su sexualidad con su hermana (que no dudó en decirle un orgulloso "Te lo dije"), con su familia, le dijo a su madre que era bisexual, que bueno, era un paso para él, pero con sus amigos se veía incapaz de hacerlo. La razón era simple: era consciente de la mentalidad de sus compañeros. ¿Qué se tienen que duchar después de fútbol? Se van a creer que les está mirando la salchichita, ¿Que les mira por un microsegundo? "Oye, ¿Y yo no te gustó?

Decidió no pensar en ello, podría liarse con Yosano (eran amigos después de todo) y luego ya con otros chicos. "Aunque preferiría besarme con él" pensó, pero se quitó esa idea de la cabeza "Deja de decir tonterías, es un idiota" No, no lo era, aunque no le importaría que fuera su idiota.

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-Menudo escote te has puesto, cabrona

La pelimorada sonrió - como si tú te hubieras puesto los pantalones apretados por casualidad.

Chuuya río, mientras buscaba a su otro amigo.
- ¿Te ha mandado la ubicación Ranpo?

- todavía no -la chica se paró en seco- Ostias que tú no lo sabes

- ¿El qué no sé?

- ¿Sabes el chico alto, con pelo largo que esta de intercambio? Pues tiene algo con él

- ¿Poe? No jodas

- sí, y por lo que me consta, ya se han besado varias veces.

- ¿Y cómo no me lo habías dicho?
-golpeó en el hombro a su amiga

- no sé, se me pasó, pero...espera que Ranpo me llama.

Yosano mantuvo la llamada con su amigo de ojos verdes mientras caminaba junto a Chuuya para llegar a donde se encontraba este, que era en su casa, ya que él no se veía capaz de llegar a la fiesta sin perderse. Llegaron a su piso, y Ranpo bajó en seguida.

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Dazai localizó a Chuuya con la mirada, estaba charlando con unos amigos, Tachihara y Kaiji para ser exactos, y probablemente estarían hablando cualquier tema aleatorio, podía ser perfectamente sobre el partido que iban a jugar en unos días, o sobre el culo de la profesora de artes. El enano disfrutaría más del primer tema, para el segundo, tendría que ponerse su faceta de "me van las tías". Se preocupó cuando vió la botella que tenía a su izquierda, que era una mediana de Puerto de Indias, e iba por un cuarto, y perfectamente podría haberse la tomado él solo. Vió cómo el más joven, Tachihara, se despedía de ellos para abrazar a una linda pelinegra, la hermana menor de Akutagawa. Tratándose de adolescentes, en una fiesta, y con las hormonas por los aires, no tardaron mucho en comerse la boca e irse a un sitio más privado, dejando a Kaiji y al enano solos. Este pareció que también tenía que irse, porque se marchó, y Chuuya aprovechó para tomar unos cuantos tragos más. Dazai se acercó a él.

Dos Lobas en el ArmarioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora