Capítulo 4

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Han pasado unas semanas desde que empezamos a salir y bueno, tampoco le he dicho a mi hija de que ando saliendo de nuevo con su padre, me sentí lo más culpable pero siento que todavía no estoy preparado

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Han pasado unas semanas desde que empezamos a salir y bueno, tampoco le he dicho a mi hija de que ando saliendo de nuevo con su padre, me sentí lo más culpable pero siento que todavía no estoy preparado.

Papá... —me sorprendí por completo, me había quedado pensando en la cocina y no estaba escuchando nada de mi alrededor.

¿Qué paso Hana? —apague la lumbre y servi la leche caliente que estaba preparando.

Te he estado hablando desde hace rato y no me hacías caso, ¿estás bien? —su cara mostraba preocupación, sabía que tenía que dejar de soñar despierto.

Lo siento hija, estaba pensando algunas cosas y no estaba poniendo atención —terminé de guardar algunas cosas que llevaríamos a su escuela.

Está bien pero tenemos que apurarnos para llegar a tiempo a la escuela —asentí.

En ese instante mi celular sonó y fui a contestar mientras Hana desayunaba tranquilamente.

~En llamada.

¡Holaaa! ¿Cómo estás? —respondí emocionado.

¡Hola Yams! Bien bien, ¿tu como estas? ¿Dormiste bien? —era Kei, me impresionaba el saber que me marco en la mañana.

Bien por ambos lados, ¿y ese milagro que me marcarás tan temprano? —tenía algo de curiosidad.

Es cierto, es más temprano que de costumbre pero hay una razón —se quedó en silencio por unos segundos—. ¿Quieres salir hoy?

Creo que hoy no aceptaré la salida -conteste algo decepcionado—. No lo tomes a mal pero, ya tenía planes para el día de hoy.

No tienes que preocuparte, es algo que no tenía en mano, si gustas podemos salir el fin de semana.

Estaría mejor, te parece si nos ponemos de acuerdo más tarde —respondió con un pequeño sonido.

Que disfrutes tu día, nos vemos.

Sí, disfruta también tu día.

No creo que sea del todo, tendre que aguantar a Akiteru —solamente solté una risa—. Pero ahora sí, nos vemos.

~Fin de la llamada.

Regresé al comedor y Hana había acabado de desayunar, así que recogí los platos sucios y empecé a lavarlos para dejar la casa ordenada. Al terminar emprendimos camino a la escuela, para poder ver el festival que tenían por el inicio de primavera, ella venía vestida de una abeja ya que decía que eran muy bonitas aunque hubiera preferido ir de dinosaurio pero la maestra se lo negó, tenía que sacar otra cosa de su padre.

𝑬𝒓𝒆𝒔 𝒆𝒍 ú𝒏𝒊𝒄𝒐 ~𝒯𝓈𝓊𝓀𝓀𝒾𝓎𝒶𝓂𝒶 🫀Donde viven las historias. Descúbrelo ahora