⚜︎Desear amor es avaricia⚜︎

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Apretó la gargantilla entre sus manos, siempre se sentía como una pieza ajena a él, la detestaba con intensidad, la odiaba, pero admitía que el diseño de aquella le parecía encantador. Un precioso y costoso zafiro enmarcado por una fina tira de plata prendida a un listón negro de seda con encaje en los bordes, delgado, suave, casi inexistente, un detalle sutil que lo volvía exquisito a los ojos. 

—No te mataría admitir que es de tu agrado, JiMin —JinYoung aguardaba por un agradecimiento, al menos una sonrisa por parte de JiMin, esperaba tan solo algo. Obtuvo únicamente una mirada penetrante y se sintió pequeño bajo la mirada de su hermano menor—. ¿Me veo mal, acaso?

JiMin se giró a ver por la ventana. — Todo lo contrario —el camino era verde y lleno de árboles, la carroza se tambaleaba de pronto por las piedras y el estómago de ambos se revolvía de nervios—. Me gusta tu chaqueta —añadió.

La imagen lo era todo, entonces la ropa se volvía todo.

—Sabes que lo de hoy es importante, ¿cierto?

—Sé que de ello depende el futuro matrimonio de BoYoung —el fulgor divertido en los ojos de JiMin hizo temer al alfa.

—Es importante para Padre, JiMin. —era una advertencia que llegó a los oídos del menor como una súplica.

—Realmente creo que a veces todos olvidan que quien causa los problemas suele ser BoYoung y no yo— escupió con clara molestia.

No hablaron de nuevo, el comentario de JiMin fue tajante y creo un muro invisible entre ambos el resto del viaje. JinYoung se distrajo estirando los bordes de su chaqueta azul larga, se acomodó el chaleco varias veces y dobló y desdobló sus mangas una y otra vez hasta que vislumbró los muros altos que protegían la capital del reino.

Las pesadas rejas fueron abiertas cuando los guardias que resguardaban la entrada reconocieron la insignia de los Park, dentro ambos hermanos observaron a través de la ventana como los plebeyos se agrupaban cerca del camino.La capital era bella y el palacio de los Min se alzaba orgulloso reflejando la prosperidad del reino y su riqueza. 

Los nervios de JinYoung se dispararon de pronto,  la ansiedad parecía comerse vivo al mayor, las manos le sudaban y la pierna izquierda iba de arriba abajo en movimientos frenéticos sin detenerse, incluso jugó con un su cabello castaño casi rubio, él era el único hijo de los Park que había heredado el tono claro de su madre.

—JinYoung —llamó JiMin.

Afuera las personas observaban el carruaje.

—¿JinYoung?

El escudo de una familia adinerada despertó curiosidad entre los pueblerinos, iniciaron a empujarse para poder ver bien el espectáculo que ellos representaban y los murmullos se hicieron presentes.

JiMin se levantó y cerró las cortinas de las pequeñas ventanas del carruaje, se sentó a lado de su hermano y le tomó la mano sacándolo de sus pensamientos. JinYoung quiso llorar al ver la mirada miel preocupada sobre de él, sin embargo, transformó el llanto que se alojó en su garganta en una mueca parecida a una sonrisa, el castaño dio un apretón cariñoso antes de soltar la mano ajena.

—¿Me ayudas con la gargantilla?

El alfa asintió e hizo lo pedido con sumo cuidado, pasó el listón al rededor del cuello del menor, y lo ajustó solo lo suficiente. Su estomago se revolvió, hacer un moño al final suponía ser el consuelo de verse siendo quien colocara aquel símbolo de opresión en su hermanito, pero terminó derramando lágrimas y llorando de forma silenciosa en la espalda de su dongsaeng.

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