《3 pt. 2》

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Obviamente el lugar al que se refería JungKook era su casa. JinHee no lo dudó en ningún momento. Ella había visitado los aposentos del chico unas pocas veces antes, casi siempre era él quien llegaba a su casa. Pero hoy tenía planes diferentes, y se esforzaría para que todo saliese como esperaba.

JinHee por su parte tenía muchos sentimientos encontrados, estaba nerviosa, si, porque finalmente le contaría a Jeon todo lo que pasó días antes de su regreso. No tenía ni la menor idea de como él iba a reaccionar, pero en su corazón mantenía viva la esperanza de escuchar una respuesta positiva y el apoyo de su parte.

—Bae, ¿lo sabes, cierto? mi casa es tu casa y puedes hacer lo que quieras... —dijo JungKook una vez pasaron la puerta, abriendo los brazos haciendo alusión a su casa entera.— si necesitas algo, acude a mí de inmediato. —se señaló a si mismo, haciendo reír a la chica.

—Que gran anfitrión. —mencionó ella, luego se quedó pensando un rato y se decidió a preguntar.— ya dime la verdad, ¿esta fue tu idea desde el principio? ¿así era tu plan?

—¿A que te refieres? —JungKook se hizo el desentendido. Ella alzó una ceja y se cruzó de brazos, descreída.

—Las flores, mi mamá... —enumeró con sus dedos, esperando la respuesta del anteriormente mencionado, quien ya había cedido y ahora sonreía inocente al ver que ha sido atrapado.

—Bien, eran para pedirle a tu mamá que te dejara quedarte conmigo hoy. —confesó, JinHee abrió su boca sorprendida y se llevó una mano a la frente, ahora estaba realmente avergonzada con su mamá.— pero, JinHee, ¡yo no tuve que decir nada! —se defendió Jeon cuanto antes.— yo... yo simplemente le llevé el ramo de flores y ella solo dijo: ¿quieres quedarte con mi hija, verdad? no te preocupes, tienes permiso. —recitó JungKook.

JinHee ahora estaba confundida, ¿cómo su mamá iba a saber aquello con un solo gesto de caballerosidad de JungKook?

Fue entonces que recordó que su progenitora dijo que iría a ver a su tío Choi, y la otra persona que sabía cuanto quería quedarse con JungKook hoy era...

Todo esto huele a Ange Choi. No hay pruebas pero tampoco dudas.

—¿Bae, estás enojada? —preguntó él con preocupación al notar que su novia se había quedado en completo silencio. Ella lo miró y le sonrió negando con la cabeza.

—No, no, no, Kookie, no estoy molesta. Al contrario, estoy feliz de poder estar contigo hoy. —mencionó ella, acercándose y acariciando sus hombros sin dejar de sonreír para que viese que de verdad todo estaba bien.

Si JungKook se preocupa una vez por algo, se va a preocupar por lo mismo muchas veces más, y ella lo sabía bien. Por eso se empeñó en deshacer aquella expresión de ceño fruncido que JungKook había tomado.

—Esta bien... —cedió él muchos mimos después, y esta vez se escuchaba más aliviado. Rodeó con sus brazos la cintura de JinHee y puso la barbilla en su hombro, ella acarició sus cabellos con suavidad.— Podría quedarme así toda la vida... —murmuró, escondiendo el rostro en su cuello ahora, dedicándose a inhalar el femenino y suave perfume.— ahh... amo estar así contigo, ojalá pudiera ser así todos los días. —su voz quedaba silenciada en el cuello de JinHee. Las mismas cosquillas de su aliento la hicieron reír un poco y erizar su piel.

—Pero los dos sabemos que no puede ser así, así que debemos aprovechar cada momento de hoy como si fuera el último... —JinHee sonrió al escuchar las quejas infantiles del mayor y sostuvo su rostro con ambas manos cuando él se separó para mirarla.

—Que no lo será.

—Que no lo será. —afirmó JinHee.

—Hoy tengo tres regalos para ti, bae. —dijo JungKook, aún con sus cachetes apachurrados entre las manos de su novia.

𝑴𝒀 𝑻𝑰𝑴𝑬 / 𝗝𝗝𝗞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora