Capítulo 45

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El corazón le palpitaba con tanta fuerza que sentía que no podía controlar ni la respiración. Los ojos oscuros y brillantes de Fernando la miraban con intensidad. Los tenía un poco rojos e hinchados como si hubiera estado llorando. ¿Qué estaba pasando? No entendía nada, no entendía lo obvio.

L: ¿Hablar? Pero ¿ahora don Fernando? (Preguntó ella como si se tratara de temas de trabajo)

F: Si, Lety. Siento mucho interrumpir su agradable momento (dijo mirando a Aldo, que solo se limitaba a observar la escena). Pero es muy importante que hablemos.

Fernando sentía que los celos le carcomían el alma. Ver a Leticia al lado de Aldo Domenzaín era una pesadilla, le causaba repulsión y coraje, pero tenía que controlarse, no debía cometer errores, porque le podían costar muy caros.

Leticia miró a Aldo. Acababa de decirle que aceptaba su propuesta, y no quería fallarle, ni lastimarlo. Pero quería escuchar a Fernando, sobre todo al saber que él había sido sincero desde hacía mucho tiempo, después de haber conocido la versión que Marcia le relató. Quería saber qué le tenía que decir, quería saberlo todo.

Miró a Aldo con un poco de incomodidad, mientras Aldo se limitó a asentir con la cabeza. Aldo en el fondo pensaba que esto era una lucha entre dos hombres enamorados. Lo que más deseaba en ese momento era tomar a Leticia de la mano y llevársela lejos, pero no sería una lucha justa, no sería digno de un hombre que afirmaba amar a esa mujer. Además, por una extraña razón sentía que debía dejar a Leticia hablar con Fernando.

L: Está bien (Leticia se levantó y le entregó el bebé a Julieta, mientras Julieta miraba conmocionada todo lo que ocurría). Vamos.

Fernando la dirigió hasta una mesa que estaba alejada de los demás, en otra parte de la terraza.

En la mesa de Aldo, la situación se volvió un poco incómoda. Había un silencio que nadie se atrevía a romper.

En la mesa del cuartel, todas estaban asombradas. Era obvio que la canción se la había dedicado Fernando a Leticia, pero querían seguir pasando desapercibidas, así de decidieron ser discretas.

 Era obvio que la canción se la había dedicado Fernando a Leticia, pero querían seguir pasando desapercibidas, así de decidieron ser discretas

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Leticia y Fernando se sentaron uno enfrente del otro. Ella no sabía qué pensar, no sabía que esperar...

F: Lety, gracias. Gracias por aceptar hablar conmigo (le dijo él sin dejar de mirarla).

L: No entiendo don Fernando, esa canción... Usted... (ella no sabía cómo preguntarle directamente. Sus palabras no fluían)

F: Si Lety, esa canción ha sido todo lo que he sentido por usted desde que salió de Conceptos el día de aquella junta de comité. Porque mi corazón nunca la pudo olvidar. Cuando usted se fue, me di cuenta de cuánto la necesitaba, y no me refiero a trabajo, me refiero a sentimientos. La busqué desesperado, pero fue inútil porque no la pude encontrar. Sentía que mi corazón se desgarraba, que se desmoronaba poco a poco. Sabía que seguramente me estaba odiando, y sabía que yo me lo merecía. Pero necesitaba explicarle, necesitaba decirle que toda esa horrible mentira que usted había descubierto se había vuelto en una realidad... por eso le dediqué esta canción, porque me enamoré de verdad de usted. Se que no me cree nada, pero...

La fea más bella "Recuerdos de amor"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora