Capítulo 33

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Leticia estaba acostada sobre su cama, boca abajo, escondiendo su rostro entre sus brazos cruzados en los que apoyaba su cabeza. Estaba vuelta un mar de lágrimas. No dejaba de llorar y de sollozar... Hasta que su madre abrió la puerta y entró a su recámara. Fernandito estaba sobre su cuna, ya muy tranquilo. Julieta se sentó sobre la cama al lado de Leticia y le acarició la espalda.

J: Lety... ¿Qué pasó? (Preguntó, aunque la respuesta era casi obvia)

Leticia solo sollozaba. No podía ni hablar.

L: Hija, llevas rato aquí encerrada sin salir ni decir nada. Tu papá y yo estamos preocupados. Solo vimos salir a don Fernando con lágrimas en los ojos, bastante alterado. Se limitó a despedirse de nosotros, pero no dijo nada más, ni nos atrevimos a preguntarle. Dime, ¿se puso muy fea la cosa?

Leticia suspiró y por fin habló.

L: Está muy enojado conmigo mamá (dijo sin levantarse, quedándose en su misma posición), hubieras visto cómo se puso. Me reprochó por haber ocultado lo del bebé. Se molestó muchísimo cuando le hablé de Aldo... Y peor aun cuando le dije que se fuera.

J: Pero era de esperarse Lety. Su reacción es muy normal. Tienes que entenderlo, no es fácil enterarse de todo así, de repente.

L: Yo lo sé, pero, no sabes cómo me dolió ver los ojos con los que me miraba. De todos modos, yo también me enojé mucho. Peleamos como no tienes idea.

J: Lety pero ¿por qué? Yo tenía la esperanza de que se reconciliaran, de que esté bebé los uniera.

L: Porque se atrevió a reprocharme cuando él fue quien me hizo tanto daño. No ha logrado entender que todo lo que me hizo me destruyó por completo. Por eso se lo eché todo en cara cuando me reclamó lo del bebé. Aun así... Nunca habíamos peleado como ahora.

J: ¿Y cómo se enteró de todo? (Preguntó Julieta como curiosidad)

L: Me escuchó hablando con Anaís en la oficina....

Leticia se levantó de pronto recordando que había dejado a Anaís afuera esperando.

L: Lo olvidé por completo, Anaís está afuera... (Dijo mientras se levantaba).

J: No no no, tranquila, ella ya se fue. Después de que don Fernando salió, ella entró para ver cómo estabas, pero al ver qué no bajabas lo entendió y te dejo dicho que después te llamaba. Que esperaba todo se arreglara.

L: Soy una tonta, ¿cómo pude olvidarme de ella? Vino desde Acapulco a verme. Ay, mamá (Leticia se sentó sobre la cama), ¿qué voy a hacer ahora?

J: Creo que tienes que tranquilizarte y pensar muy bien las cosas hija. De ahora en adelante no vas a poder impedir que don Fernando vea a su hijo, él tiene el derecho de verlo y de ver por él.

L: Tengo mucho miedo de que quiera quitármelo.

J: Ay no Lety, no creo que don Fernando sea capaz. Mira mejor cálmate. Ya verás que todo se arreglará.

Julieta la abrazó mientras Leticia lloraba sobre el pecho de su madre.

Julieta la abrazó mientras Leticia lloraba sobre el pecho de su madre

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La fea más bella "Recuerdos de amor"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora