𝐂 𝐀 𝐏 𝐈 𝐓 𝐔 𝐋 𝐎 𝐒 𝐈 𝐄 𝐓 𝐄

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Capítulo siete
Muchas gracias, capitán

Minho se tumbó lentamente en la cama del capitán boca abajo, observando al hombre y cada uno de sus movimientos

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Minho se tumbó lentamente en la cama del capitán boca abajo, observando al hombre y cada uno de sus movimientos. Bang se había preocupado por él, un chico cualquiera a quien había sacado de un antro maloliente y mugroso. Cualquier otro pirata lo habría usado para sus caprichos siendo un Yiga, pero este hombre había sido considerado por primera vez con él, y eso le gustaba. Unos segundos más tarde Chris se volvió a acercar a él con un tarro.

— Voy a ponerte esto —Se arrodilló a su lado—

Bang untó el mejunje en sus manos y empezó a extenderlo por su espalda completa. Minho se tensó un poco.

— ¿Pasa algo? —Preguntó el hombre, frenando sus movimientos—

— No...so-solo es que está..muy frio —Explicó—

Chris asintió, y empezó a mover sus manos con suavidad, recorriendo toda la espalda del rubio.
Minho finalmente se acostumbró al tacto áspero de las grandes manos del pirata, cerrando poco a poco sus ojos del cansancio. Todo por culpa de Wonwoo.

Un rato más tarde, notó como el "masaje" paraba y Bang se levantaba, alejándose de él.

— Listo —Lo escuchó decir—

— Gracias, señor Bang —Murmuró, levantándose y poniéndose la ropa—

— No es nada... —Le respondió, crujiendo sus nudillos—

Una vez Minho estuvo listo, empezó a caminar hacia la puerta, cuando sintió un tirón de muñeca. Otra vez estaba de cara al hombre, los dos mirándose fijamente.

— Si Wonwoo te dice o hace algo, avísame —Le ordenó—

— Vale —Asintió frenéticamente—

Finalmente, Minho salió del camarote del capitán y empezó a caminar con cautela por los pasillos, cuando sintió un fuerte tirón de cabello y como alguien lo ponía contra la pared. Al abrir los ojos, vio que era Wonwoo, y parecía enfadado.

— ¿Qué cojones hacías con el capitán? —Preguntó, sosteniendo esas hebras rubias que tanto brillaban

— E-El...me estaba d-dando trabajo —Susurró—

— ¿Ah si? ¿Y le has dicho algo? —Apretó el agarre—

El pequeño rubio negó cerrando sus ojos.

— No me mientas, Minho —Susurró en su oído—

— L-Lo juro.. —Susurró—

El hombre iba a decir algo más, pero un empujón lo interrumpió por completo. Chris había aparecido ahí, había venido a salvarle de las garras de ese capullo integral.

𝐃𝐞 𝐏𝐢𝐫𝐚𝐭𝐚𝐬 𝐲 𝐎𝐭𝐫𝐚𝐬 𝐀𝐯𝐞𝐧𝐭𝐮𝐫𝐚𝐬 - 𝐁𝐚𝐧𝐠𝐢𝐧𝐡𝐨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora