Lee Minho fue atrapado hace cinco años por unos rufianes que buscaban chicos bonitos de los que aprovecharse. Además de eso, Minho resulta ser un Yiga, una especie de humanos muy especiales.
Bang Christopher Chan es un pirata, líder de un barco llam...
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Minho salió de la casa lo más rápido posible, sintiendo su garganta escocer y sus ojos picar por las lágrimas. Corrió con todas sus fuerzas hasta llegar a la orilla del mar, mirando fijamente las olas.
Apretó sus labios reteniendo el cúmulo de emociones que se atascaba en su corazón. Justo cuando estaba decidido a gritar, unos pasos se oyeron detrás de él. Giró su cabeza con lentitud y vio a los dos hombres que escuchó, y entre ellos dos estaba Minhyuk, mirándole con una sonrisa.
— Eres un chico listo, Minho.. —Susurró— Muy listo..
— Tú... —Sus dientes rechinaron—
— Lástima que Chan sea tan terco e idiota...
— Eres un.. —No lo dejó terminar—
— No gastes saliva —Bramó— Es en vano, Bang Chan me prefiere a mí antes que a tí...
— Eres un mentiroso..
— Oh, ya lo sé —Carcajeó— Y la mentira va a llegar muy lejos...
El más joven vio como uno de los hombres sacaba una daga dorada y el otro se acercaba a él. Quiso correr, pero el miedo lo paralizó. Pensaba que lo matarían ahí mismo, pero fue totalmente diferente. El que sostenía la daga la hundió contra el costado de Minhyuk levemente, haciendo brotar sangre. Minhyuk gritó de dolor lo suficientemente alto como para que todos escuchasen y corrieran a ver. El otro hombre le dio la daga llena de sangre a Minho y corrió junto al otro varón hacia unos matorrales.
Chris y el resto llegaron, observando la escena con horror. Minhyuk sentado en el suelo cubriendo su abdomen lleno de sangre y Minho con la daga culpable en la mano.
— Chan, esto no.. —Intentó hablar el primero—
— Has llegado muy lejos —Los ojos del mayor mostraban rabia pura mientras se acercaba al rubio peligrosamente—
Minho intentó retroceder, pero acabó cayendo al suelo y tirando la daga sin querer. Chris acabó frente a él, irreconocible, cegado por la ira.
— T-Todo es u-una mentira, Chan.. —Insistió—
— Estoy harto de tus mentiras.. —Gruñó con fuerza, mirándolo severo—
Chris agarró de los hombros a Minho y apretó, sabiendo que sus hombros eran zonas débiles.
— No vuelvas a acercarte por aquí.. —Le dijo en el oído— No te acerques a nosotros...
