Horrores Del Miedo

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Los susurros perturbadores del lúgubre y frío aire qué pasaba como dagas atravesado el hueso, que temblaba como si fuera algo tan frágil y hecho de cerámica o porcelana de la más fina que alguien pueda comprar, a pesar de que el sol seguía medianamente alto en el cielo, el aire se sentía como si fuera el de media noche, sin saber cómo se sentiría cuando de verdad fuera de noche. Había intentado ver si, moviéndose lo menos posible, tania más probabilidades de que le encontraran, pero aún no habia dado señales de que alguien se acercara a su ubicación.

El aterrador sonido del viento era lo único que anulaba el silencio sepulcral, pero no ayudaba en nada a que su cordura se mantuviera.

Imágenes y palabras estaban siendo reproducidas como luces intermitentes, imágenes de como su amigo le estaba abandonado y jando atrás, otras de como alguna criatura se deshacía de ellos, algunos susurros de las voces en su mente, que últimamente habían estado tan calladas, algunas positivas, queriendo ayudarle, y otras, la minoría, pero las que más gritaban, reafirmaba sus peores pensamientos, que Nightmare lo ha is dejado atrás y los había abandonado sin una pizca de duda.

La yegua a su lado estaba recargada contra el, con su lustroso pelaje negro siendo acariciado con toda la suavidad posible en un intento de calmar la ansiedad que le estaba generando todos esos pensamientos.

Sin pensarlo mucho, es más, sin pensarlo nada, simplemente siendo un movimiento involuntario del cual nisiquiera se dio cuenta cuando empezo a hacerlo, empezó a golpear entre sí sus dedos en un misero intento de tranquilizar todas las ansias y angustia que no sabía en que más dirigir, simplemente haciendo un movimiento como de guitarra haciendo que sus nudillos se golpearan entre sí y al final golpeando con su pulgar para repetirlo una y otra y otra vez, sin poder dirigir eso a algo más.

Sus ojos se movían de un lado a otro, con sus sentidos a su máxima capacidad, pendiente del más mínimo movimiento o sonido, asegurándose de tener su espada a su lado en cualquier momento. Cada susurro que daba el bosque a su alrededor era escuchado con atención por Error, siempre manteniendo el singular movimiento de sus manos.

Los huesos traqueteaban al golpearse entre sí por el temblor de su propio cuerpo, producto del miedo, sentía como si sus huesos se fueran a romper en miles de pedazos con el más mínimo choque a su ser. Se sentía tan paralizado pero a la vez tan listo para atacar o para salir corriendo ante cualquier señal de peligro inminente.

Su pierna, al igual que sus manos, estaba en constante movimiento de forma expectante, moviéndose de arriba a abajo sobre la punta de los dedos metiéndose repetititvamente.

A sus oídos llegó algo, sonaba como las ruedas de una carreta y las pisadas de un caballo, duras y constantes sin flaquear ni un solo paso no se oían demasiado lejos. A duras penas, con uno de sus pies entumecidos por haber estado sentado en la misma posición por tanto, se paró, incentivando a la yegua a que le siguiera la corriente. Esta a penas pudo hacerlo, con la pata trasera cubierta con unas pobres vendas improvisadas que constaban de un par de hojas amarradas estratégicamente a ella por hilos azul marino, la herida no era profunda, pero, por lo que parecía, la saliva del ser que se la había hecho tenía propiedades ácidas, pues Error también se había quemado al contacto con la espada impregnada del líquido.

Camino hacia la dirección de donde provina el sonido, poco a poco abriéndose el camino hasta llegar a un sendero de tierra ¡Era el sendero para continuar con su camino! Pero no vio a nadie sino hasta que se volvió hacia su izquierda.

Ahí estaba la carreta de la cual se había separado, poco a poco alejándose hacia el este. No pudo enfocar bien su vision, viendo borroso, pero sabía que era la suya, podía ver las matas azules tendidas y las dos bolsas de oro, además de la yegua blanca y su jinete de tentaculos y huesos negros.

—¡¡Nightmare!!—grito con tanta fuerza... pero el ni se inmutó, solo continuó con su camino sin siquiera dudar una mirada atrás, solo siguió galopando.

Tal vez no lo había escuchado ¡Si! ¡Eso tenía que ser!—¡¡¡Nightmare!!!—volvió a gritar, esta vez con más fuerza pero... nuevamente, la persona de huesos negros que estaba sobre una yegua blanca no se dignó a voltear para tan siquiera mirar a quien le estaba llamando tan deseperadamente—¡¡¡NIGNTMARE!!!—esta vez sintió como una inexistente garganta se empezaba a agrietar para nuevamente ser pasado por alto—¡¡(¡Ñi&hTWåŔ3!*!!—no pudo evitar que su voz se empezara a quebrar, solo para ser ignorado, empezó a correr, lo seguía llamando, cada vez con la voz más rota y desesperada por alcanzarle, pero parecía que los sollozos no tenían ningún exifl—¡¡/(¡Ñ¡⊙□7W4Ř€(!*!;!

El finalmente volteo, con una mirada serena en su rostro.

La sonrisa en la cara añade Error fue rápidamente remplazada cuando el se volteó con total indiferencia sin tener una pizca de remordimiento en su cara. Hilos se agarran a todos los árboles siendo destrozados la mayoría de ellos, gritos llenaron el bosque cada vez más fuertes y con más ira, tristeza, enojo, y miedo.

—¡¡¡¡¡AHHHHH!!!!

Un girto aún más fuerte y desgarradoque los suyos propios apenas si llego a sus oidos, sonaba tan horrible y demacrado, sonaba como si casi fuera a desgarrarse sus cuerdas vocales

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La escena de los golpes tipo guitarra que se hacia Error son basados en unos pequeños golpesitos que me hago yo misma, no se por que me los hago, pero salen mas que nada en casos por ejemplo de un examen

Después de La Guerra<Nighterror>Donde viven las historias. Descúbrelo ahora