Mi amado Odr.

Capítulo 05: Presagios de la Tormenta.

Bueno, esto es algo que hice a las rápidas en un par de horas que tuve libre y que tuve ganas, tenía algo un poco diferente en mente, aunque esto es solo medio capítulo, pensaba publicarlo entero pero no sabía Ara cuando sería, por lo que de manera estúpida decidí subir solo esta parte para que vean que aún estoy vivo, y pies cuando terminé el resto voy avisar para para que lo terminen, espero que este trozo les guste porque la verdad yo estoy en un punto medio entre que me quedo bien y meh.

El mundo es grande, quizás demasiado grande, tan colosal que muchos ni siquiera saben cuál es su verdadera magnitud, o que se oculta en el distante horizonte, que secretos o que peligros aguardan ahí, que grandes aventuras y leyendas se cuenta. El calabazo bajo los cimientos de la ciudad de Orario, no es el único lugar donde los monstruos viven, hay muchos de estos repartidos por los continentes, y en medio de un bosque que se extendía más allá de donde la vista alcanza, un pequeño grupo de personas se estaban internando en el nido de las bestias, un grupo famoso en aquellas tierras, pero quienes, debido a su ego desmedido, no se dieron cuenta que estaban entrando en su tumba.

Un cuervo sobrevuela la zona, y desciende al ver lo que buscaba, un festín bien servido. Los restos de aquellas personas ahora no eran más que comida para carroñeros, y la noticia sobre aquel suceso no se hizo esperar – ¿Escuchaste lo que pasó? – era el tema actual del que todos en la región hablaban – dicen que el grupo de los “Cuchillas negras” fueron masacrados en el bosque de los aullidos – se decía tanto, y tantas versiones que era un poco complicado saber lo que en realidad sucedió. Se había dicho que hubo movimientos recientes de parte de los monstruos que habitaban ese lugar, y ellos fueron enviados.

— Tienes que estar bromeando, eran el escuadrón de elite de la ciudad, por más monstruos que hubiera en ese bosque, eran 20 bendecidos de nivel 5, tampoco estaban solos, eran como 4 familias de elite que los acompañaron – dijo alguien mostrándose un poco incrédulo, pero también temeroso, ya que si creía en lo que escuchó, pero buscaba la manera de hacerse creer que era mentira.

— Quisiera que fuera así, pero los demás que los acompañaron, el escuadrón de ayudantes, de ellos volvieron un par, y contaron lo que pasó, dice que fue tan rápido que no pudieron reaccionar, era un monstruo pequeño, de contextura humana, no parecían estar bromeando, y se veían aterrados cuando contaron aquello – respondió su compañero dándole toda la información de la que disponía.

Los movimientos de los monstruos eran extraños, salían del bosque y era como si estuvieran escapando, ya antes había sucedido, un súper depredador tomaba demasiado territorio y hacía que los anteriores abandonaran sus antiguas áreas de caza, lo que causaba un efecto domino que empujaba a las demás criaturas a migrar, pero esto fue diferente, eran demasiados los monstruos que huían del bosque, y debido a la confianza que le tenían al escuadrón de elite, tomaron la decisión precipitada de enviarlos sin investigar a profundidad lo que sucedía, y eso les costó más de lo que hubieran pensado. 

Mucho se hablaba de lo que pasó aquel día, pero muy poco se sabía en realidad, no sospechaban que había algo más peligroso que un monstruo oculto en aquel bosque – ¿No crees que hiciste demasiado escandalo? Si ese rey loco se entera de la masacre que provocaste sin su consentimiento no ira muy mal – se escuchó una voz proveniente de una cueva en la base de una alta montaña – no me ignores Fafnir, estas siendo demasiado impulsivo, sabes que tenemos prohibido hacer este tipo de cosas hasta que el pacto de la renovación expire – y luego se escuchó un muy largo suspiro de fastidio.

— Deja de molestarme, ha pasado demasiado tiempo desde que pude hacer algo, dormir es aburrido, y tenía el cuerpo entumecido, matar solo a un puñado no afectara demasiado – esta vez se escuchó una voz diferente, más grave y potente, cuyo eco la hacía sonar como el gruñido de una bestia.