Mi amado Odr.

Capítulo 03: La Historia de hijos y Dioses.

Aquí les traigo la nueva parte de esta historia, y la verdad no tengo mucho que comentar, solo una duda que algunos puedan tener, y es acerca de la nueva actitud de los hijos de Freya, eso de que son más "amables" supuestamente, pero deben recordar que es un fanfic, no tiene mucho que ver, no se pongan en plan "oye, eso no sale en el canon" pero al menos yo voy a dar razones para los cambios de actitud, así que vean la historia como si no supieran nada, eso hago siempre que leo algo aquí en Wattpad, eso es lo único que iba a decir, y pues, espero que la historia les guste, y que el final que tengo planeado y de hecho todo el transcurso sea de su agrado.

Hay una historia muy antigua, incluso más antigua que la existencia de los dioses, es sobre alguien que estuvo antes que todos, sobre alguien que dio nacimiento a la primera raza de seres divinos. Aquel ser cuyo nombre ha sido olvidado, fue quien brindo luz y vida al mundo, y todo lo que existía era su descendencia. Mucho ha cambiado de aquella historia casi olvidada, se ha vuelto en cientos de cuentos diferentes, basados en lo mismo, se ha vuelto un mito, en una leyenda que ni siquiera los dioses, son capaces de creer, el nombre de aquel dios primigenio, ha sido olvidado por todos, excepto por uno.

Aun había alguien que lo recordaba, alguien que lo extrañaba demasiado, y quien se dio cuenta que incluso la eternidad puede ser muy corta, cuando se pierde algo que se ama – nada es para siempre, ni siquiera la vida de los dioses, muy pronto la luz que he creado se extinguirá, y será el momento en que todos mis hijos, estarán conmigo de nuevo en un lugar, donde ningún vivo puede acceder – cada noche recordaba esas palabras, resonaban en su cabeza y lo hacían sentir una gran melancolía, deseando que ese momento llegue pronto, pero también teniendo miedo, a que esas palabras fueran mentira.

La muerte es perpetua, muchos dicen que es como quedarse dormido, pero ¿Cómo ellos sabrán eso? Un pazca de curiosidad y miedo son lo que dominan a ese dios, quien mira las estrellas en esa noche despejada, observando también la luna que brillaba con intensidad – el ocaso llega pronto, pero también el nuevo amanecer, la luz de mi padre se está extinguiendo, y yo crearé mi propio mundo, donde mis hijos puedan vivir lejos de todo esto – dijo al bajar la mirada, contemplando una ciudad en llamas – yo traeré el ocaso perpetuo a este mundo, y traeré mi propio amanecer – tan solo siguió observando y escuchando. 

Miles de monstruos lo destruían todo, asesinando a cada criatura a su paso, nadie estaba a salvo, pocos lograban escapar – mi historia y la de mis hijos, ha sido mal contada y casi olvidada, pienso corregir eso, y si para eso tengo que hacer arder el mundo, y reconstruirlo de sus cenizas, entonces que así sea – dijo antes de saltar del balcón de palacio de esa ciudad, cayendo sobre la espalda de un enorme dragón de escamas rojas, y antes de alejarse volando, pudo ver a los reyes de aquellas tierras, aun agonizando, mientras que su sangre se esparcía, mientras los débiles gemidos, cada vez eran más silenciosos. 

— Los herederos del alma de Vanadis, estoy seguro que ya han madurado lo suficiente, creo que es momento hacerles una visita – dijo mientras aquella colosal criatura se elevaba, sobrevolando incluso las nubes, y estando ahí aquel dios dijo – nuestra historia fue cambiada al antojo de quienes nos vencieron, no dejaré que vuelva a suceder, no dejaré que alguien más cuente mi historia y la de mis hijos de nuevo.

Solo quien resulta vencedor, es merecedor de contar su propia versión se la leyenda, quien vence es quien decide, quien ese el héroe o el villano, quien da justificación de sus actos y los de su enemigo, o decide omitirlo, el pasado se está acercando al presente, un pasado repleto de dolor y muerte, pero quien traía la guerra al mundo no era solo uno, ya que en tierras lejanas, estaba alguien que pocos conocían, el hombre que gobernaba el mundo entero sin que los reyes lo supieran, aquel era el otra leyenda mal contada.

Hace mucho los dioses descendieron al mundo de los mortales, vieron el desastre provocado por los monstruos, y otorgaron su bendición para que pudieran enfrentarlos. Los dioses eran muchos y muy diferentes, algunos de manera genuina llegaron para ofrecer su ayuda, otros para divertirse y matar el aburrimiento que existía en el cielo, y unos cuantos, solo deseaban ver el mundo cubierto de llamas, dejar florecer su locura, y regocijarse con el sufrimiento de otros. Se supone que los dioses son perfectos, pero solo son un reflejo de lo que el mundo se ha convertido, belleza y desastre.