Amour épineux || Twiyor week 2023

Embarázame! (Parte final)

Yor realmente hubiera muerto si hubiera podido en ese momento, aunque la muerte, irónicamente para ella, no era tan sencillo.

La vergüenza misma estaba superándola al grado de ver todo borroso y más al ver el rostro sonrojado de Loid, que aún no se había movido de su lugar.

—¡¿Qué ideas le has metido a mi hermana, malnacido?! —Grito Yuri cuando salió de su estupor, su rostro contraído en la ira.

Se acercó hasta Loid que seguía de frente, procesando aquella propuesta tan...directa, y al segundo después Yuri lo sujetaba del cuello de su suéter verde. La mirada enfurecida carmesí del menor de los Briar lo atravesó con todo el odio posible. Jamás había tolerado a Lottie, ni cuando lo conoció y se dio cuenta de lo perfecto que era...porque podía sentir que estaba ocultando algo, algo sucio. No sabía qué y aún con los tres años que su hermana estaba con él, no había podido desenmascararlo. Pero aún no se rendiría y lo haría.

Pero ese maldito se había atrevido a meterle ideas vulgares a su hermana ¡a su adorada hermana inocente! Aunque...algunos en el trabajo cuando se enteraron de que su hermana se había casado, le habían preguntado que si pronto sería tío. Yuri simplemente aclaró que el bastardo de Loid ya tenía una hija y que eso era suficiente. Jamás había pensado en la vida sexual de su hermana con ese malnacido, hasta ese momento.

Al escuchar como su hermana le suplicaba que la embarazada.

El odio lo había cegado ¡jamás permitiría que un hombre como Lottie tocara ni un centímetro de la piel de su hermana! Aunque...si tenían tres años ellos posiblemente ya... ¡Se negaba a aceptarlo!

—¡No te permitiré que toques a mi hermana! —Bramó, con la cólera superándolo.

Intentando pensar en cien maneras de entregar a Lottie para que fuera ejecutado o mejor aún, él podría torturarlo y deshacerse del cuerpo sin dejar rastros. Su hermana le agradecería por salvarla de ese infeliz matrimonio y le agradecería efusivamente.

Loid reaccionó de su estupor inicial cuando sintió a Yuri sujetarlo por el cuello, dejó salir un suspiro. No había manera o cosa que dijera que lo dejara bien parado de esa situación. Yuri había llegado en el peor momento posible. Ni él mismo terminaba de procesar la petición de Yor. Sujetó la mano contraria en un intento de apartarlo, sin éxito. A menos que utilizara más fuerza y no quería hacer un espectáculo. Al menos no con él, que sabía que era parte del servicio de seguridad estatal.

—¡Yuri! —La voz de Yor llamó la atención de ambos hombres que se miraban con gran determinación en una pelea de voluntad. —Suelta a Loid-san.

—Lo soltaré cuando termine con él por atreverse a meterte ideas. —Gruñó.

—Él no me ha metido ideas, es algo que yo le he pedido. —Intentó hablar con seguridad pero su voz franqueó en la última palabra. Debía concentrarse si quería calmar la situación. —Además que estamos casados y lo que él y yo hagamos, no es de tu incumbencia.

Yuri soltó la ropa de Loid por la impresión de escuchar la voz de su hermana.

—Pero Yor yo solo...

—No es tu asunto. —Puntualizó.

Loid miró el rostro de Yuri y fue evidente la manera en que las palabras de su hermana le afectaron. Siempre consideró que Yor había hecho un buen trabajo al educar a Yuri, a pesar de su pésima habilidad culinaria. Y había sido tan buena hermana que Yuri tenía este gran apego hacia ella. Pero verla poner un alto, había sido una experiencia interesante.

Yuri terminó saliendo de la casa, no sin antes fulminar a Loid con la mirada y luego poner un gesto de perro regañado al ver a su hermana. Aquel día lo tenía libre pero aquella situación había puesto las cosas algo incomodas.