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Capítulo 45

Llegar con expectativas en algo es algo que nunca es mi fuerte. Muchas veces por no decir que la mayoría de las cosas no las cumple. El primer beso es algo que uno tiende a recordar aunque haya sido malo o bueno. La primera vez de muchas cosas son actos que nos persiguen ya sea para recordar que fue magnifico o fue fatal.

«Yo recuerdo todo, haya sido bueno o malo.»

La primera vez que lo haces con alguien a quien amas o quieres es muy diferente a solo hacerlo por placer. Claro que a veces hay sentimientos presentes que nunca logramos descifrar al estar con alguien que lo hace único. Tan solo sientes la conexión en el aire, y por más que desees descifrarlo, el placer y la excitación es algo que nunca deja pensar con claridad.

Los labios de ella sobre los míos eran como fuego envolviendo mis labios, era como estar ardiendo sin quemarse. Muchas veces he deseado ser consumida con tan solo un beso. Pero esto es diferente, es diferente de muchas maneras. Sentir como su cuerpo se pega más al mío, tanto que es como si quisiera que fuéramos solo una.

Y estaría tan dispuesta a que eso llegara a suceder. Acerco sus dos manos para quitar el primer botón, mientras ella proseguía en quitarme la camisa. Deje que me despojara de ella mientras delineaba mi abdomen con la yema de sus dedos. Una pequeña voz me decía que me alejara de ella para poder desnudarla, pero estaba consumida por el deseo de por fin hacerla mía.

Acerque mis manos a su espalda hacia el pequeño broche que mantenía su vestido en su lugar. Baje por completo la cremallera mientras el vestido se aflojaba de la parte superior. Esa fue la acción que me hizo alejarme de la tentación que era su boca para mí en este momento. Baje mi boca ante la piel descubierta de sus hombros, su aroma me volvía loca de tantas maneras.

Su pie tenía un leve bronceado por los días que hemos estado aquí. Era suave al tacto, jadeo al imaginar las marcar que puedo dejar con mi boca. Muchas veces he deseado verla por completo desnuda sin que ninguna prenda se interponga en mi camino.

Me aleje un poco dejando que el vestido resbalara por su cuerpo convirtiéndose en solo un pedazo de tela a sus pies dejándola con ropa interior blanca de encaje. Vi un pequeño temblor en su cuerpo, y no sabía porque había sido, pero iba a borrar toda inseguridad sobre su cuerpo. Lamí mis labios mientras me acercaba de nuevo, para sentir como nuestras pieles se tocaban.

― Te deseo tanto

Baje mis manos a su trasero para por fin sentir su trasero que estaba cubierto por una pequeña braga de encaje que no cubría la totalidad de él. Esta es la primera vez que la veo y sé que está haciendo acopio de todo su coraje para no ponerse un pedazo de tela para cubrir su cicatriz.

Con mis manos en su cintura la acerco sintiendo como la tela de mi pantalón es lo único que se interpone entre nosotras. Subo una de mis manos para posarla en su cuello e inclinar su cabeza hacia atrás. Tomándola por sorpresa al escucharla jadear.

Delineo con mi pulgar el ángulo de su mandíbula, acerco mis labios justo donde su pulso late. Con la punta de mi lengua lo recorro percibiendo como tiembla mientras jadea inclinando su cabeza mucho más haciendo que sea más fácil acceder a su cuello.

La distancia es algo que no estará presente hoy para nosotras. Regreso a la única cosa que me hace olvidar cualquier cosa, su boca. La beso adentrando mi lengua en su boca mientras la suya juega con la mía. Sus uñas en mi espalda calienta la sangre de mis venas, creo que tener alguna que otra marca me hará sentir que hice las cosas bien.

La tomo de los muslos para cargarla al mismo tiempo que envuelve sus piernas en mi cintura. Camino los pocos pasos que nos separan de la cama, subo gateado a ella con ella prendida a mí como un koala. Nos recuesto para dejar caer un poco de mi peso sobre ella mientras me muevo entre sus piernas sintiendo el calor de su centro en mi abdomen.