Capítulo 59

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POV Casey

Septiembre 22


El inicio de un nuevo ciclo, las calles empiezan a pintarse de colores amarronados o amarillentos. Esta etapa es el inicio del final de algo que dará paso a un nuevo comienzo que iniciara en unos meses. Los arboles danzan al son del viento mientras las hojas caen haciendo que las calles queden adornadas por sus hojas, casi como una cobija hechas por parte de él.

Una pared en específico que rodean tan solo una mínima parte de la rectoría están adornadas por Bignonia, una flor de diferentes tipos de color naranja que da un aspecto antiguo y da vida acompaño de color haciendo más hermoso el edificio. Bajo las gradas para ver como parejas de chicos siguen a los demás para no llegar tarde a clases.

Camino las calles que una vez recorrí con una ilusión sobre ser la mejor abogada del mundo. Tal vez no del mundo, pero si una abogada que hiciera la diferencia. Con las manos en los bolsillos del abrigo decido dar una última vuelta por los lugares que una vez fueron los escenarios de las mejores grandes cosas que he hecho. Pocas personas deambulan por ahí ya que la mayoría está en clases.

Paso por la cafetería en sufrió cambios para ver como las mesas dispersas por el lugar fueron removidas para hacer un mini domo y ponerlas todos debajo de él. Una sonrisa tira de mis labios porque sé que una persona estaría enojada al saber que su mesa ha sido quitada debajo del árbol. Paso caminando frente a mi facultad viendo que todo sigue como antes.

Al llegar a la facultad de Marley sigue igual a excepción que ahora un mural adorna una de las paredes laterales. Y el mural es una obra de arte a mi ojos, seria genial traerla solo para ver la sorpresa en sus ojos y el brillo en sus ojos cuando algo le gusta. Mientras me alejo mi vista se dirige al lugar donde muchas veces la espíe. Entro a la biblioteca para verla vacía, inhalo profundo recordando este olor. Camino hacia mi mesa favorita.

Tenía la vista perfecta para verla y aun así estar escondida ante sus ojos. Creo que nunca la traje aquí, y es extraño porque casi siempre la pasábamos en la biblioteca si no estábamos en mi casa o su departamento. Camino hacia su mesa, la misma que usábamos al estudiar juntas. Al pasar la yema de mis dedos en la parte de debajo de una esquina siento las letras que grabo como una forma de dejar nuestra marca. Niego porque no es momento de ponerme sentimental de nuevo, he tenido suficiente estas tres semanas.

Salgo de nuevo para caminar directo hacia donde mi auto espera. El camino al hospital se siente largo como siempre, nunca me ha gusta estar ahí pero es el único lugar al que puedo ir para verla. Las casas y edificios a nuestro paso cobran vida con las hojas caídas que llegan frente a ellos. Muchas personas salen para quitarlas pero el hacerlo es una pérdida de tiempo, ya que mientras limpian más hojas caen haciendo imposible esa tarea.

«Se ve lindo después de todo.»

Como cada día espero a que los padres de Marley salgan para entrar al hospital mientras saludo a Renata que me sonríe guiñándome un ojo, como si este fuera nuestro secreto. Ajusto el bolso sobre mi hombro caminando por los pasillos viendo a familiares entrar a las habitaciones de sus seres queridos. Es como una rutina que se ha desarrollado desde el juicio.

Cada mañana Marley esta con sus padres, para que por la tarde en que tiene que regresar a hacer sus cosas y trabajar, yo los relevo sin que lo sepan. Isabella es alguien que se presenta ya entrada la tarde para hablarse sobre su día mientras yo voy a comer algo a la cafetería. Después regreso para tener solo unos momentos más con Marley y despedirme para volver a casa. Cada noche quien vela por ella es Anielle, que la he visto tan solo dos veces en estas semanas.

A Sky Full Of Stars | +18 | L1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora