A Sky Full Of Stars | +18 | L1

Capítulo 11

Estar de nuevo parada frente a esta discoteca no estaba en mis planes, mucho menos regresar con Isabella a mi lado. Pero desde que vi a Cruz parada afuera del edificio sabía que Taylor estaba involucrada en esto.

― Es la discoteca nueva.

― Si ―solo que esta vez está cerrada.

― A veces me pregunto qué tipo de amistades haces en el bar.

― Te sorprenderías que lo que menos hago son amistades.

Cruz sale del auto caminando a mi puerta para abrirla al salir lo primero que siento es un aire en mi piernas. ¡Sabía que no tenía que traer vestido! Ajusto mi gabardina mientras Isabella se sitúa a mi lado.

― Por aquí ―dice con una voz grave.

Caminamos pasando por completo la parte delantera del edificio, doblamos y caminamos unos metros hasta llegar a una enorme pared que tiene una puerta iluminada por una luz tenue y si no fuera porque Cruz se detuvo hubiera pasado desapercibida.

― Las esperan señoritas ―abre la puerta dejando espacio para que podamos entrar.

― Gracias.

Asiente mientras entra primero Isabella y la sigo, entonces la puerta se cierra detrás de nosotras. ¡Ay Dios Mio! Algo dentro de mí me dice que Taylor hizo alguna estupidez para mi cumpleaños, me he salvado estos últimos años porque la pasaba solo con Isa, pero desde el año pasado dijo que ya no iba a ser así.

― No me agrada Taylor, pero agradezco que se haya tomado la decencia de invitarme ―rompe el silencio Isa mientras caminamos por un sendero de rocas.

― ¿Algún día te caerá bien? ―no reconozco por donde caminamos, creo que la vez pasada en que salimos lo hicimos por el otro lado.

― No sabría responder esa pregunta.

― ¿Ósea qué no la odias?

― No es de mi agrado, pero es tu amiga.

― Si la conocieras, te darías cuenta de que es una gran chica.

― Es tu amiga, así sí creo que lo es.

Hay grama cubriendo los lados del sendero y pequeñas luces que alumbran el camino a nuestra izquierda hay algunos árboles regados por todo el terreno, llegamos a unas gradas y es cuando se empieza a escuchar la música.

― ¿Quiénes vinieron? ―tomo del brazo a Isabella para evitar que suba la grada.

― Estoy como tú, no sé quiénes son los invitados ―veo hacia las gradas mientras repienso en si en verdad quiero que ella suba ahí.

― ¿Estás segura de estar aquí?

― ¿No me quieres aquí? ―tomo su mano dándole un apretón, como carajo piensa eso.

― Claro que quiero que estés aquí, pero es Taylor. Ella siempre tiene ideas locas y no quiero que te sientas incómoda.

― No te preocupes, quiero estar aquí ―estiro mi mano para que siga, subo detrás de ella y la música aunque no esté muy fuerte se intensifica al estar arriba. Me quedo asombrada al ver lo que hizo Taylor.

― Wow, nunca pensé que se le diera la decoración a Taylor.

― Créeme, es una mujer de muchas sorpresas.

Mientras nos acercamos veo todo lo que hizo, hay farolillos redondos de cristal colgado en hileras sujetas a ramas de los árboles, y está tan perfecto que no puedo decir que hay una hilera más baja o alta que otra. Hay una mesa rectangular en el centro cubierto de un mantel beige con su cristalería y loza adecuada. Veo que hay ramos de pequeñas ramilletes flores en las sillas que son de madera con su asiento blanco que se ve cómodo.