Lunes 1 de junio

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Te empiezas a dar cuenta que tu vida es aburrida cuando no tienes nada que escribir. Fue lo de siempre: siempre veo a mis amores platónicos del colegio, siempre veo los amores platónicos de internet. Va a llegar el día de que, por puro aburrimiento , me empiece a gustar todo el colegio. No creo estar tan necesitada como para hacer eso. Podría hablar de que maté a una gigante araña esta mañana, pero sería muy aburrido, después de todo este espacio no literario lo creé para acordarme de mis amores. Dios, son demasiados amores.
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Pero recordaré algunos; éste chico era un bartender (aquellos que sirven y preparan licor en un bar). Sus cejas eran dos islas del caribe, pero en vez de tener palmeras verdes tenía palmeras negras. Sus labios al sonreír detonaban picardía y sensualidad, y el hecho de que sepa hacer tragos le daba 200 puntos. Trabaja en avenida Parque Bustamante, y dios juro que cada vez que pasaba por allí mi cuello crecía mínimo unos cinco centímetros para ver su sensualidad. Y aparte que tenía unos músculos que podría ser modelo de Calvin Klein. Ojalá.

Amores pasajeros de calleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora