Capítulo 10: Solamente oscuridad.

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Los relámpagos iluminaban el cielo, los truenos seguían retumbando con un ruido espeluznante y la lluvia se intensificaba por momentos. Los caballos de los soldados galopaban frenéticamente, intentando no resbalar en la embarrada tierra mientras continuaban la búsqueda de sus compañeros. Mike fue el primero en avistar la imponente figura del pequeño titán que, ante sus ojos, parecía sostener algo entre sus manos.

—¡ZOEY! —gritó al distinguir a su amiga inconsciente, incapaz de liberarse del férreo agarre de la bestia.

El titán abrió su boca en un gesto amenazador, dispuesto a destrozar y devorar el cuerpo de la Capitana con sus enormes y afilados dientes. Con determinación, Mike se lanzó a toda velocidad hacia la criatura y seccionó el brazo que sujetaba a Zoey con sus cuchillas. La bestia emitió un alarido de dolor y, enfurecida, intentó aplastar al soldado con su otra mano. El sargento, con agilidad, logró esquivar el golpe y, con la ayuda de Gelgar, infligieron un profundo corte en la nuca y garganta del titán, provocando que la cabeza de la criatura se separara lentamente de su cuerpo.

Nanaba saltó de su montura y corrió hacia donde yacía su líder. El cuerpo inconsciente de esta, apoyado aún en la palma del titán, estaba cubierto de sangre, con rasguños y moretones. Las heridas abiertas en su cabeza y la parte baja de su espalda sangraban profusamente. La rubia se quedó petrificada por unos segundos al ver a su Capitana en tan lamentable estado.

—¡Rápido, traigan vendas para detener las hemorragias! —clamó con desesperación.

Lynne extrajo un botiquín de su mochila y, juntas, procedieron a tratar sus heridas.

—¿Qué ha ocurrido aquí? —inquirió Gelgar, con evidente consternación.

—Sargento, encontramos los cuerpos de Dita y Luke —informó Dirk.

La mirada de Mike estaba fija en Zoey, incapaz de desviarla. Dio un paso tras otro, acercándose a ella con cautela. Había comenzado a toser sangre, indicativo de que algún órgano interno estaba comprometido.

—Nos ocuparemos de ellos más tarde, debemos llevarla a un hospital o morirá —urgió, inclinándose para levantar a la pelirroja con delicadeza, acomodando su figura herida en una de las carretas.

Con una mezcla de determinación y temor, los soldados se lanzaron hacia la muralla, sabiendo que cada segundo contaba.


En el exterior de la entrada este, el Comandante Erwin y la Legión aguardaban ansiosos el regreso de sus compañeros

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En el exterior de la entrada este, el Comandante Erwin y la Legión aguardaban ansiosos el regreso de sus compañeros. Hange y sus soldados tenían preparado todo lo necesario para transportar a su nuevo sujeto de estudio hacia el laboratorio. El escuadrón de Levi también se encontraba presente, habiendo regresado hace pocas horas de su misión.

Zoey Rivaille - Shingeki No KyojinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora